San Juan, 5 nov. – Los puertorriqueños acudieron este martes a las urnas en unas elecciones generales de gran trascendencia, marcadas por la intensa disputa entre el gobernante Partido Nuevo Progresista (PNP) y la creciente Alianza de País, integrada por el Partido Independentista Puertorriqueño (PIP) y el Movimiento Victoria Ciudadana (MVC). Los votantes eligen hoy a su próximo gobernador, así como a representantes, senadores y alcaldes de toda la isla.
Desde primeras horas de la mañana, largas filas se formaron en los colegios electorales del área metropolitana de San Juan, a pesar de las lluvias, reflejando una alta participación en esta decisiva jornada.
Los principales contendientes a la gobernación son Jenniffer González, del PNP; Juan Dalmau, de la Alianza de País; Jesús Manuel Ortiz, del Partido Popular Democrático (PPD); y Javier Jiménez, de Proyecto Dignidad (PD). Según las encuestas, González lidera con un 37 % de apoyo, mientras que Dalmau cuenta con el 29 %, Ortiz con el 22 % y Jiménez con el 7 %. Sin embargo, un sondeo reciente del diario El Vocero colocó a González en un empate técnico con Dalmau, aumentando la incertidumbre sobre los resultados.
De ganar Dalmau, sería un hecho histórico al ser el primer candidato independentista en alcanzar la gobernación, rompiendo con décadas de alternancia de poder entre el PNP y el PPD en la isla, que opera como un Estado Libre Asociado de Estados Unidos. Su candidatura ha recibido el respaldo de figuras populares como Bad Bunny, Ricky Martin y Residente, quienes han instado a sus seguidores a apoyar esta alternativa a los partidos tradicionales.
La posibilidad de fraude ha generado preocupación, especialmente después de que un tribunal aprobara la solicitud del PNP para contar el voto adelantado sin la presencia de representantes de todos los partidos políticos, una medida que la oposición considera controvertida y potencialmente riesgosa.
Además, los puertorriqueños votan en una consulta sobre el estatus político de la isla, en la que podrán optar entre estadidad (anexión a EE.UU.), independencia o una libre asociación soberana. Sin embargo, este plebiscito no es vinculante y requiere de la aprobación del Congreso en Washington para ser efectivo.
Estas elecciones podrían marcar un punto de inflexión en la política puertorriqueña, con la Alianza de País ganando terreno y proponiendo un cambio profundo en la isla.