Washington, 29 oct.- Este próximo 5 de noviembre, Estados Unidos no solo elegirá a su nuevo presidente; también se determinarán los destinos de la Cámara de Representantes y un tercio del Senado. Los resultados serán cruciales para el próximo mandatario, ya sea la demócrata Kamala Harris o el republicano Donald Trump, y definirán si su administración contará con un respaldo legislativo pleno o enfrentará obstáculos en la implementación de sus políticas.
En las elecciones de medio mandato de 2022, los demócratas perdieron el control de la Cámara Baja, aunque mantuvieron la mayoría en el Senado. Actualmente, los republicanos cuentan con 220 de los 435 escaños en la Cámara de Representantes, mientras que el Senado está dominado por los demócratas con 47 escaños, a los que se suman cuatro independientes de tendencia progresista.
El Congreso número 118 ha estado marcado por una polarización que ha dificultado el avance de iniciativas, y los expertos señalan que esta dinámica de bloqueo seguirá siendo un desafío si las mayorías no cambian. Grant Reeher, director del Instituto Campbell de Asuntos Públicos, subraya la importancia de una mayoría unificada para transformar las propuestas del presidente en políticas efectivas, especialmente en tiempos de alta polarización.
Las encuestas actuales muestran una división cerrada. Según el sitio web FiveThirtyEight, el 46,5% de los votantes expresa su apoyo a los demócratas en las papeletas para el Congreso, apenas una ventaja de 0,6 puntos sobre los republicanos. Los demócratas también lideran en movilización y recaudación de fondos, logrando 548,5 millones de dólares, frente a los 489 millones de los republicanos, según Forbes.
En una posible sorpresa histórica, las proyecciones sugieren que ambas cámaras podrían cambiar de manos: los demócratas podrían recuperar la Cámara Baja, mientras que los republicanos tienen oportunidades en el Senado. El profesor Jackson Barlow, de la Universidad Juniata College, opina que el “día a día del Congreso podría mantenerse similar, aunque con nuevos líderes en los escaños principales”.
Estrategias y Cálculos Partidistas
Para retomar el control de la Cámara de Representantes, los demócratas necesitan ganar solo cuatro escaños adicionales. Los distritos en California, Arizona, Iowa, Nueva York, Nebraska, Oregón y Pensilvania son clave en su estrategia. El caucus demócrata, dirigido por Pete Aguilar, ha señalado la importancia del voto latino y de asegurar que no haya barreras para la participación de esta comunidad en particular.
En el Senado, los republicanos solo necesitan un escaño más si la Vicepresidencia queda en manos del republicano JD Vance, o dos escaños si el vicepresidente fuera el demócrata Tim Walz. Entre los escaños en juego están Montana, Virginia Occidental, y Ohio, donde el respaldo a Trump en elecciones anteriores es un factor clave.
Las próximas elecciones legislativas tendrán lugar en noviembre de 2026, cuando nuevamente se disputarán todos los escaños de la Cámara de Representantes y un tercio del Senado.