Tapachula (México), 11 oct.- El Gobierno mexicano ha dispersado a miles de migrantes que acampaban junto al río Suchiate, en la frontera con Guatemala, tras la llegada al poder de la nueva presidenta Claudia Sheinbaum y las recientes políticas estadounidenses que permiten solicitar asilo desde el sur de México.
Los espacios que antes estaban ocupados por migrantes han quedado vacíos, según confirmó EFE este viernes. Esta situación es resultado de la implementación del ‘Corredor emergente de movilidad’, instaurado por las autoridades mexicanas para trasladar a los migrantes hacia la frontera norte, siempre que cuenten con una cita de asilo gestionada a través de la aplicación ‘CBP One’ del gobierno de EE.UU.
En lugar de saturar la zona del río, los migrantes ahora acuden diariamente a la Oficina de Regulación del Instituto Nacional de Migración (INM) en Tapachula. Con una cita confirmada en ‘CBP One’, obtienen una Forma Migratoria Múltiple que les permite mantenerse en México de manera regular hasta llegar a su destino en la frontera norte.
Este cambio de dinámica ha coincidido con la asunción de Sheinbaum el 1 de octubre, así como con la modificación de las reglas por parte de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de EE.UU. Desde el 23 de agosto, los migrantes pueden gestionar su solicitud de asilo en Estados Unidos desde los estados mexicanos de Chiapas y Tabasco, en la frontera sur.
A partir de septiembre, el Gobierno mexicano habilitó un corredor de movilidad segura que facilita el traslado gratuito de estos solicitantes. El corredor ha dado frutos inmediatos en octubre, aliviando la situación en la frontera sur.
Las autoridades de Tapachula informaron que, hasta la fecha, han atendido a 4.426 personas y han emitido 3.965 Formas Migratorias Múltiples por razones humanitarias. Asimismo, han trasladado a 509 migrantes en 14 autobuses gratuitos desde Tapachula hacia ciudades fronterizas como Reynosa y Matamoros, en Tamaulipas.
Los migrantes provienen de diversos países, como Honduras, Venezuela, Cuba, El Salvador, Haití, Colombia, Ecuador, Guatemala, Nicaragua, Brasil, Chile, República Dominicana, Perú y Tayikistán.
Tras años de caos, la situación en Tapachula ha comenzado a organizarse. Los migrantes que acuden al INM lo hacen según las fechas de sus citas y pueden registrarse para ser trasladados en autobuses hacia la frontera, donde continuarán su proceso de asilo.
El reto migratorio de Claudia Sheinbaum
Aunque la detención diaria de migrantes en la frontera entre México y Estados Unidos ha disminuido un 66 % desde diciembre hasta septiembre, la migración irregular a través de México se incrementó un 193 % interanual en la primera mitad del año, superando las 712.000 personas, según datos de la Unidad de Política Migratoria.
Sheinbaum anunció recientemente que Sergio Salomón, actual gobernador de Puebla, reemplazará a Francisco Garduño como director del INM. Garduño enfrenta un proceso penal relacionado con el incendio en 2023 que provocó la muerte de 40 migrantes. La nueva administración promete mejoras en el instituto y un enfoque integral a la migración.
Mientras tanto, los migrantes esperan que las políticas migratorias de México y Estados Unidos evolucionen. El venezolano Dany, quien cruzó el río Suchiate, se encuentra en Tapachula vendiendo tarjetas SIM mientras aguarda su cita de asilo. Expresó su preocupación por la falta de empleo y recursos en México, deseando que las autoridades estadounidenses lleguen a un acuerdo pronto.
Por otro lado, Yuveni, una migrante haitiana que llegó a México hace un mes, busca quedarse en el país, en lugar de seguir hacia el norte como muchos otros. «Me gusta México, su cultura y su gente. Nos han tratado bien y queremos trabajar aquí», comentó.
Este panorama refleja los desafíos y cambios que enfrenta el gobierno de Sheinbaum en la gestión de la migración en la frontera sur de México.