Caracas, 27 sep. – La líder opositora venezolana María Corina Machado calificó como un “hito” en la lucha contra el chavismo la declaración emitida este jueves por Estados Unidos y Argentina, junto con más de treinta delegaciones internacionales, que exige una solución a la crisis política en Venezuela tras las elecciones del 28 de julio.
Machado, a través de su cuenta en X (antes Twitter), destacó que esta declaración representa un avance significativo en la lucha por la “verdad”, y reiteró su apoyo al candidato de la Plataforma Unitaria Democrática (PUD), Edmundo González Urrutia, a quien considera el verdadero vencedor de las elecciones presidenciales. Esto a pesar de que el Consejo Nacional Electoral (CNE) proclamó como ganador al actual mandatario, Nicolás Maduro.
La líder opositora agradeció a los gobiernos de Estados Unidos y Argentina por liderar esta iniciativa, que incluyó discusiones a puerta cerrada con representantes de varias naciones, quienes analizaron la situación en Venezuela y delinearon posibles próximas acciones. “Este resultado es un reconocimiento a la gesta cívica de los venezolanos y un respaldo inequívoco a nuestra lucha. El mundo nos acompaña y ratifica que Edmundo González Urrutia es el presidente electo de Venezuela”, afirmó Machado, quien ha sido una defensora clave del excandidato, actualmente exiliado en España desde el 8 de septiembre.
La declaración conjunta emitida desde Nueva York, en el marco de la semana de Alto Nivel de la ONU, insta a los líderes venezolanos a entablar “discusiones constructivas e inclusivas” con miras a una transición política que ofrezca garantías a ambas partes y permita restablecer las instituciones democráticas de manera pacífica. Además, el texto exige al gobierno de Maduro que ponga fin al uso excesivo de la fuerza, la violencia política y el acoso a la oposición y a la sociedad civil.
El documento expresa “gran preocupación” por la represión generalizada y las violaciones de derechos humanos en Venezuela tras las elecciones, mencionando detenciones arbitrarias, muertes, falta de juicios justos, tácticas de intimidación y represión contra miembros de la oposición.
Entre los países que firmaron el documento figuran Argentina, Estados Unidos, España, Canadá, la Unión Europea, Reino Unido y otras naciones, quienes señalaron su compromiso con una transición democrática en Venezuela.
Por su parte, el gobierno de Nicolás Maduro calificó la declaración como un ataque orquestado por “un puñado de gobiernos satélites” de EE.UU., y la tachó de “acumulado de infamias, distorsiones y aspiraciones golpistas”, asegurando que el esfuerzo internacional está destinado al fracaso, como anteriores intentos de desestabilización.