Ciudad de México, 20 sep.- La presidenta electa de México, Claudia Sheinbaum, negó que la reforma que el Congreso discute para que el Ejército controle la Guardia Nacional signifique una “militarización” del país. En declaraciones a los medios, Sheinbaum aseguró: “No tienen por qué preocuparse, se van a respetar los derechos humanos, y es la fortaleza de una institución, y no significa militarización por más que digan lo que digan”.
La futura mandataria, quien asumirá el cargo el 1 de octubre, expresó su respaldo a la iniciativa del presidente Andrés Manuel López Obrador, que busca que la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) administre la Guardia Nacional. Este cuerpo, creado en 2019 con la promesa de un mando civil, cuenta con más de 120.000 elementos y actualmente depende de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana.
Legisladores de oposición y organizaciones civiles han advertido que esta reforma constitucional podría implicar una militarización del país, al modificar el artículo 129 de la Constitución, que limita las funciones militares en tiempos de paz. Este artículo no ha sido cambiado desde 1857. Además, la reforma propone modificar el artículo 21, eliminando la “garantía orgánica” que establece que las instituciones de seguridad pública deben ser de carácter civil.
Sin embargo, Sheinbaum argumentó que la seguridad dependerá de su mandato como presidenta civil, afirmando: “Militarización significa que haya un mando militar que está tomando decisiones y las decisiones las toma el comandante o comandanta de las Fuerzas Armadas; es un poder civil”.
Las funciones de las Fuerzas Armadas se han expandido durante la administración de López Obrador, incluyendo tareas de seguridad pública, construcción de infraestructura, administración de aduanas y puertos, así como la dirección de proyectos estatales, como el Tren Maya.