Toronto, 24 agosto.- El sindicato Teamsters ha notificado a Canadian National Railway (CN) un aviso de huelga de 72 horas, apenas horas después de anunciar la retirada de los piquetes y el regreso de los trabajadores a sus puestos. La notificación formal enviada por la Conferencia Ferroviaria de Teamsters Canada este viernes por la mañana informa a CN sobre la intención de retirar los servicios de aproximadamente 6,500 miembros del sindicato.
El sindicato ha expresado que, a pesar de la notificación de huelga, cree que los problemas actuales entre el ferrocarril y los Teamsters son resolubles y continúa dispuesto a negociar con la empresa para evitar más paros laborales.
Este aviso llega tras meses de intensas negociaciones contractuales entre los Teamsters y los dos principales ferrocarriles de Canadá, CN y Canadian Pacific Kansas City (CPKC). Ambas compañías habían cerrado a sus 9,300 ingenieros, conductores y trabajadores de patio después de no alcanzar un acuerdo antes de la fecha límite del jueves. Los 3,500 trabajadores de CPKC también se declararon en huelga simultáneamente.
El Ministro de Trabajo Federal, Steven MacKinnon, remitió el conflicto a la Junta de Relaciones Industriales de Canadá (CIRB) para imponer un arbitraje vinculante bajo el artículo 107 del Código del Trabajo de Canadá. La CIRB deberá decidir la mejor forma de resolver las negociaciones y determinar si el arbitraje vinculante es necesario.
Gilles LeVasseur, profesor de Derecho Empresarial en la Universidad de Ottawa, explicó que para que la CIRB imponga un arbitraje vinculante, debe demostrar que es la única manera de resolver la disputa y que la situación económica impacta al público.
CN, en un comunicado emitido el viernes por la tarde, señaló que, a pesar de haber negociado de buena fe y propuesto ofertas serias con mejoras en salarios, descanso y horarios, los Teamsters parecen no haber tomado en serio las negociaciones. La empresa considera que el sindicato está más enfocado en interrumpir la economía que en resolver el conflicto.
François Laporte, presidente de Teamsters Canadá, criticó la decisión del ministro de enviar la disputa a arbitraje, argumentando que la mejor manera de obtener un acuerdo es a través de la negociación directa. El sindicato planea impugnar la constitucionalidad de las acciones del ministro y se mantiene firme en su lucha por condiciones laborales justas.
La disputa afecta significativamente a varios sectores, incluyendo agricultura, minería, energía, comercio minorista, fabricación de automóviles y construcción. El impasse también ha interrumpido el transporte de mercancías entre Canadá y Estados Unidos, impactando la economía en ambos países.
Con la presión de los grupos industriales y los gobiernos provinciales en aumento, el conflicto continúa teniendo un amplio impacto en la movilidad y el comercio en Canadá.