Milwaukee (EE.UU.), 17 julio.- En un encendido discurso durante la segunda jornada de la Convención Nacional Republicana en Milwaukee, el gobernador de Florida, Ron DeSantis, llamó a los votantes a apoyar al candidato republicano Donald Trump. DeSantis, quien fue un rival de Trump en las primarias, subrayó la necesidad de un líder activo que dirija el país de manera constante.
“Necesitamos a un comandante en jefe que pueda liderar el país las 24 horas del día y los siete días de la semana. Nuestros enemigos no actúan solo de diez de la mañana a cuatro de la tarde”, enfatizó DeSantis, en una clara crítica a la gestión del actual presidente, el demócrata Joe Biden, a quien acusó de no ser apto para sus funciones.
El gobernador de Florida, que se retiró de la carrera por la nominación republicana tras los caucus de Iowa, aprovechó su intervención para pedir el voto por Trump. A pesar de haber sido objeto de burlas por parte de Trump, quien lo apodó “mojigato”, DeSantis mostró un frente unido en apoyo al exmandatario.
“Trump ha sido demonizado, perseguido y casi pierde la vida. No podemos dejar que caiga y no podemos dejar que caiga Estados Unidos”, afirmó DeSantis, refiriéndose al reciente intento de asesinato que sufrió Trump en un mitin, donde resultó herido en una oreja.
El discurso de DeSantis fue marcado por un tono más ideológico y dirigido a las bases del partido en comparación con la intervención de Nikki Haley, también rival de Trump en las primarias, quien optó por apelar a los votantes moderados e indecisos.
Durante su alocución, DeSantis defendió las políticas conservadoras que ha implementado en Florida, criticando la migración irregular y acusando a la izquierda de “adoctrinar” a las escuelas con temas de “diversidad, equidad e inclusión”.
“Hagamos que el que fue nuestro presidente número 45 sea también nuestro presidente número 47”, concluyó DeSantis, alentando a los asistentes a unir esfuerzos para asegurar la victoria de Trump en las próximas elecciones.
La Convención Nacional Republicana de Milwaukee se ha convertido en un escenario clave para consolidar el apoyo a Trump, mientras el partido busca recuperar la Casa Blanca en un clima político cada vez más polarizado.