El Supremo no amnistía a Puigdemont por malversación y abre la puerta a una nueva euroorden

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Madrid, 4 julio.- El juez del Supremo, Pablo Llarena, ha decidido no amnistiar el delito de malversación al expresidente catalán Carles Puigdemont, lo que despeja el camino para que se active una orden europea de detención y entrega (euroorden), especialmente ahora que Puigdemont ha perdido su inmunidad parlamentaria al dejar de ser eurodiputado.

Este fallo del alto tribunal complica no solo un posible regreso a España, ya que sigue vigente la orden de detención nacional, sino también su futuro en Europa, dado que Llarena podría emitir una nueva euroorden contra el expresidente.

Según fuentes jurídicas consultadas por EFE, Puigdemont perdió su condición de eurodiputado y su inmunidad parlamentaria cuando recogió su acta de diputado autonómico del Parlament el pasado 10 de junio. La normativa establece que es incompatible mantener ambos escaños y prevalece el último recogido. Por ello, el juez no tendría ningún impedimento para dictar una euroorden, aunque debe hacerlo a instancias de una parte. Dado el apoyo de la Fiscalía y la Abogacía a la amnistía, es probable que la solicitud de una nueva orden provenga únicamente de Vox.

A pesar de las dificultades que la justicia belga ha presentado para su extradición, la justicia alemana accedió en julio de 2018 a extraditar a Puigdemont solo por malversación y no por rebelión ni sedición, lo que llevó a Llarena a rechazar la entrega. Sin embargo, las circunstancias han cambiado desde entonces.

En enero de 2023, el Tribunal de Justicia de la UE (TJUE) limitó las opciones de la justicia belga para rechazar las euroórdenes emitidas por España contra los independentistas. Ese mismo mes, Llarena aplicó la derogación del delito de sedición a Puigdemont, pero mantuvo el de malversación, delito que ya había sido motivo de extradición en Alemania.

El contexto político en Francia también puede influir en el futuro de Puigdemont. La líder de Agrupación Nacional, Marine Le Pen, ha manifestado que si alcanza el poder, no permitirá que Puigdemont opere desde el sur de Francia, calificando esta situación como “humillante”.

Hasta ahora, Llarena estaba esperando que el TJUE resolviera el recurso de Puigdemont contra el fallo del Tribunal General de la UE que en julio de 2023 le retiró la inmunidad. Sin embargo, al no haberse presentado a las elecciones europeas, este asunto decae y la decisión de Llarena de no amnistiar la malversación resuelve la ecuación.

Queda por ver si Puigdemont precipitará los acontecimientos regresando a España ante una hipotética investidura en el Parlament o si el juez esperará a que el Tribunal Supremo y el Constitucional resuelvan los recursos presentados por la defensa para que se le aplique la amnistía.

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