Manaos, Brasil, 20 de junio. Débora Shornik, una chef originaria de São Paulo, ha transformado su restaurante Caxiri en Manaos en un auténtico templo de la gastronomía amazónica, ofreciendo a sus comensales una experiencia culinaria profundamente arraigada en los ingredientes y tradiciones de la región.
Tras ocho años de inmersión en la cultura local, Shornik ha dedicado su carrera a reinterpretar y valorar los productos autóctonos de la Amazonía, incorporando pescados regionales como el pirarucú y el tambaquí y combinándolos con otros componentes típicos como la harina uarini o el tucupi.
Su enfoque no se limita a la simple utilización de ingredientes locales, sino que busca profundizar en las raíces culturales de la cocina amazónica. “La gastronomía amazónica parece más diferente de lo que realmente es”, explica Shornik, “pero cualquier sensación de extrañamiento desaparece al primer bocado.”
Antes de abrir el Caxiri en 2016, Shornik trabajó en Novo Airão, donde comenzó a explorar la riqueza culinaria de la Amazonía. A su regreso a São Paulo, intentó recrear la esencia amazónica en sus platos, aunque reconoce que la logística de entonces era un desafío considerable.
El restaurante Caxiri, cuyo nombre hace referencia a una bebida fermentada tradicional de los pueblos indígenas, se ha convertido en un espacio para celebrar y reflexionar sobre la cultura alimentaria de la Amazonía. Shornik enfatiza la importancia de preservar las tradiciones locales y cuestiona la globalización de productos como el azaí, que aunque populares, pueden desvincularse de su contexto original y afectar las economías locales.
“Deseo que la lógica del comercio cambie”, comenta Shornik, quien advierte sobre los riesgos de una “nueva colonización” del patrimonio natural y cultural de la Amazonía. Para ella, es vital que la región tenga voz y voto en cómo se valorizan y utilizan sus recursos.
En Caxiri, Débora Shornik no solo sirve platos, sino que también ofrece una porción de la historia y el corazón de la Amazonía, invitando a todos a apreciar y respetar la profundidad de su cocina.