Lima, 2 julio.- El exgerente municipal de Lima, José Miguel Castro, principal colaborador eficaz y testigo clave en el juicio contra la exalcaldesa Susana Villarán, fue hallado muerto el pasado domingo en su domicilio de Miraflores en lo que, según un acta policial, “al parecer se habría suicidado”. El hecho ha generado conmoción no solo por el perfil del fallecido, sino por el impacto que su desaparición puede tener en el emblemático caso de corrupción relacionado con los aportes ilícitos de Odebrecht y OAS.
Según el documento difundido por Epicentro TV y elaborado por agentes de la Comisaría de Miraflores, fue el padre de Castro quien lo encontró sin vida, con una herida profunda en el cuello y junto a dos cuchillos ensangrentados. El cuerpo yacía en el baño, en posición de cúbito dorsal, con una toalla en el cuello y la chapa de la puerta presuntamente manipulada, lo que ha dado pie a múltiples especulaciones.
La escena fue rápidamente aislada por la Policía Nacional del Perú (PNP), que aún investiga las circunstancias exactas del fallecimiento. Castro había sido visto por última vez la noche del sábado por su padre, con quien convivía, y según su testimonio, se despidió “con tranquilidad” antes de retirarse a dormir.
Un testigo clave en un caso de alto impacto
Castro era considerado el testigo central del Ministerio Público en el proceso penal que involucra a Susana Villarán, 20 personas naturales y 10 jurídicas, entre ellas las constructoras brasileñas Odebrecht y OAS. El caso gira en torno a los presuntos aportes ilícitos de 10 millones de dólares que habrían servido para financiar la campaña del “No” a la revocatoria en 2013 y la reelección de Villarán en 2014.
El fiscal José Domingo Pérez, miembro del equipo especial Lava Jato, señaló que si bien la muerte de Castro supone un golpe al proceso, su testimonio ya había sido recogido por escrito y se podrá utilizar durante el juicio, previsto para comenzar el 23 de septiembre. “Su colaboración es valiosa, y esperamos que sirva para probar los delitos que se investigan”, afirmó Pérez en Canal N.
Hipótesis enfrentadas: suicidio, presión económica y crimen político
El periodista César Hildebrandt, en su pódcast, puso el foco en las deudas de Castro, las cuales ascendían a casi un millón de soles según centrales de riesgo, y sugirió que podrían haber sido un factor determinante. “¿Qué sicario deja dos cuchillos en la escena?”, cuestionó, descartando con escepticismo la hipótesis de un crimen por encargo.
Por otro lado, el alcalde de Lima, Rafael López Aliaga, insinuó que Castro fue “silenciado”, aunque sin presentar pruebas concretas. “En mi opinión, fue callado porque sabía demasiado”, declaró el burgomaestre en un evento público.
Estructura del caso Villarán: implicados y penas solicitadas
A continuación, una tabla resumen de los principales implicados y las penas solicitadas por la Fiscalía:
Nombre | Cargo o relación | Penas solicitadas | Presunto delito principal |
---|---|---|---|
Susana Villarán | Exalcaldesa de Lima | 29 años | Organización criminal, lavado de activos |
José Miguel Castro (†) | Exgerente municipal | 25 años | Corrupción de funcionarios, lavado |
Domingo Arzubialde | Exfuncionario municipal | — | Presuntos actos de corrupción |
Cecilia Lévano, Guillermo Loli, Marco Del Mastro, Gabriel Prado | Excolaboradores municipales | — | Lavado de activos y corrupción |
OAS, Odebrecht, Lamsac, Rutas de Lima, JW Thompson | Empresas implicadas | — | Financiamiento ilícito |
¿Qué sigue ahora?
La muerte de Castro añade una nueva capa de complejidad al caso. Su figura no solo era clave por sus confesiones, sino por haber sido considerado el “número dos” dentro de la supuesta organización liderada por Villarán, según la tesis fiscal. La Fiscalía tiene ahora el reto de sostener su acusación sin poder contar con su declaración directa durante las audiencias orales.
El caso Villarán es considerado uno de los más representativos del capítulo Lava Jato en el Perú y un test de credibilidad para el sistema judicial y el Ministerio Público.
El país, mientras tanto, sigue a la espera de respuestas claras sobre la verdadera causa de muerte de Castro y las implicancias legales, políticas y éticas que derivan de su abrupta desaparición.