París, 28 junio.- A partir del 1 de julio, Francia prohibirá fumar en parques, playas, instalaciones deportivas, paradas de autobús y zonas escolares, como parte de un nuevo decreto de salud pública que busca desnormalizar el tabaquismo y proteger a los menores. La normativa excluye a los cigarrillos electrónicos, pero ha generado opiniones divididas en la ciudadanía.
La medida forma parte de una campaña nacional contra el tabaco, que sigue siendo uno de los principales problemas de salud pública en el país. Aunque ya estaba prohibido fumar en interiores desde 2007 y 2008, más del 30 % de los adultos franceses siguen fumando a diario, y un preocupante 15 % de los jóvenes de 17 años también lo hace, según datos del Ministerio de Salud.
“En Francia, todavía existe la mentalidad de que esto restringe la libertad individual”, declaró Philippe Bergerot, presidente de la Liga Francesa Contra el Cáncer. “Pero no estamos prohibiendo fumar, estamos prohibiendo fumar en lugares donde puede afectar la salud de otros, especialmente la de los jóvenes”.
El costo del hábito y su impacto
Los impuestos crecientes han elevado el precio de un paquete de cigarrillos a más de 12 euros (14 dólares). Aun así, el consumo se mantiene elevado y el mercado negro del tabaco continúa activo.
Cada día, más de 200 personas mueren en Francia por enfermedades vinculadas al tabaco, lo que representa unas 75.000 muertes al año, subrayó la ministra de Salud, Catherine Vautrin. “Es una tragedia silenciosa que requiere medidas firmes”, añadió.
Reacciones encontradas en París
En un parque parisino, la parisina Natacha Uzan celebró que ya no se fume en restaurantes, pero consideró “represiva” la extensión de la prohibición a espacios al aire libre. Por su parte, Anabelle Cermell, madre de un bebé, opinó que la medida es positiva: “No es ideal exponer a un niño al humo, pero hasta ahora no había mucho que hacer”.
Una tendencia europea
Francia se une así a una creciente lista de países que endurecen sus políticas antitabaco. El Reino Unido y Suecia ya han avanzado en regulaciones más restrictivas, y España también ha anunciado su intención de prohibir fumar en terrazas de cafés y restaurantes, algo que, de momento, Francia aún permite.
Una orden ministerial adicional detallará próximamente los perímetros exactos de aplicación de esta medida. El gobierno espera que esta iniciativa contribuya a proteger la salud pública y reducir la normalización del tabaco, especialmente entre los más jóvenes.