NUEVA YORK, 18 junio.- Bruce Springsteen reescribe su propia historia musical con el lanzamiento de “Tracks II: The Lost Albums”, una ambiciosa colección de siete discos que verá la luz el próximo 27 de junio. Se trata de un proyecto que responde a la clásica pregunta de “¿qué habría pasado si…?”, rescatando álbumes completos que el legendario artista compuso y produjo entre 1983 y 2018, pero que nunca llegaron a ver la luz… hasta ahora.

Con un total de 83 canciones —muchas de ellas inéditas— Tracks II da continuidad al espíritu del compilado Tracks de 1998, que contenía 66 grabaciones nunca antes publicadas. Sin embargo, a diferencia de ese primer volumen, esta nueva entrega no es una simple antología de rarezas: son álbumes terminados, cohesionados, diseñados para haber sido lanzados como obras completas y que, por decisión del propio Springsteen, fueron postergados.

Una historia alternativa de Bruce Springsteen

Cada uno de los siete discos que componen Tracks II revela una faceta distinta del artista, desde el Bruce íntimo y acústico, hasta experimentos electrónicos, pasajes country, mariachi o influencias de Burt Bacharach. El único álbum con presencia significativa de la E Street Band, curiosamente, resulta ser el menos impactante del conjunto.

Estos son los siete álbumes que componen el set:

ÁlbumAños aproximadosEstilo predominanteDestacados
LA Garage Sessions ’831983Transición entre “Nebraska” y “Born in the USA”“The Klansman”, “Little Girl Like You”
Streets of Philadelphia LP1993Electrónica, sintetizadoresInspirado en la canción ganadora del Oscar
Somewhere North of Nashville1995Country tradicional“Repo Man”, “Poor Side of Town”
Inyo2005 aprox.Narrativa acústica con sabor al suroeste“Adelita”, “The Lost Charro”
Twilight Hours2018Melodías estilo Bacharach/Orbison“Sunday Love”, “Dinner at Eight”
Faithless2000sBaladas cinematográficas para film no producidoWestern emocional
Perfect WorldVariadoSobrantes con E Street Band“You Lifted Me Up”

Un festín sonoro para los fanáticos

Entre las joyas ocultas de este tesoro musical, destacan los estilos exploratorios que se alejan del canon tradicional de Springsteen. Por ejemplo, Twilight Hours, influenciado por Burt Bacharach, exhibe un Bruce más melódico y sofisticado, mientras que Inyo se sumerge en sonidos del suroeste con la inclusión de mariachis.

El disco Streets of Philadelphia, que podría haber sido su álbum más contemporáneo si se lanzaba en los 90, presenta atmósferas similares a las de U2 y letras introspectivas. A su vez, Faithless se compuso como la banda sonora de una película que jamás se rodó, pero su contenido revela una sensibilidad melancólica coherente con su título.

Quizás el álbum más convencional sea Perfect World, que recopila canciones descartadas de otras épocas con mayor protagonismo de la E Street Band. Aunque suena familiar, su cohesión es la más débil dentro del conjunto.

¿Demasiado de golpe?

El lanzamiento simultáneo de estos siete discos plantea una pregunta inevitable: ¿habrían tenido mayor impacto si se publicaran de forma individual? La respuesta, según los expertos, puede variar. Para los fanáticos acérrimos, Tracks II es una mina de oro que justifica cada segundo de su extensa duración. Para otros, puede parecer excesivo. Por ello, Springsteen también ha anunciado una versión condensada con 20 canciones seleccionadas que estará disponible próximamente.


Con Tracks II, Bruce Springsteen no solo entrega nueva música, sino que reabre caminos que él mismo dejó sin recorrer. Este monumental lanzamiento no solo sacia la sed de los seguidores más fieles, sino que también ofrece una fascinante reflexión sobre el arte de decidir qué historia contar… y cuál guardar hasta el momento adecuado.

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