Jerusalén, 11 jun. – El gobierno del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, enfrenta este miércoles una de sus peores crisis políticas desde el inicio de la guerra con Hamás, mientras la oposición impulsa un proyecto de ley para disolver la Knesset (parlamento) y forzar elecciones anticipadas, con el apoyo potencial de sus socios ultraortodoxos.
El motivo central de la disputa es la controvertida exención del servicio militar obligatorio para los jaredíes, una promesa incumplida por Netanyahu que ha encendido la furia de los partidos ultraortodoxos, clave en su coalición. El conflicto se intensifica en un contexto de guerra prolongada en Gaza y creciente desgaste social, político y militar.
Frágil mayoría y tensión religiosa
Los partidos ultraortodoxos –que representan alrededor del 13 % de la población israelí– han exigido que sus jóvenes, dedicados al estudio religioso a tiempo completo, continúen exentos del servicio militar, una medida rechazada por gran parte de la sociedad israelí, especialmente en tiempos de guerra.
El martes, los principales rabinos jaredíes emitieron un edicto religioso reafirmando su rechazo a la incorporación de los jóvenes religiosos al ejército, dificultando cualquier concesión política y poniendo en jaque al bloque oficialista.
De aprobarse el proyecto de ley opositor, Netanyahu perdería el control del Parlamento, lo que podría derivar en comicios anticipados. Sin embargo, si la moción fracasa, no se podrá presentar otra iniciativa similar durante seis meses, salvo que se retire a último momento ante la falta de apoyo suficiente, algo que permanece en negociación.
El Parlamento, escenario de presión y maniobras
Para dilatar la decisión, los legisladores oficialistas presentaron múltiples iniciativas para llenar la agenda del miércoles, con la intención de ganar tiempo para cerrar acuerdos de último minuto. La votación sobre la disolución de la Knesset está programada para la noche, aunque su inclusión definitiva en la agenda aún es incierta.
“Es la prueba más grave que ha enfrentado el gobierno desde el 7 de octubre”, reconocen fuentes legislativas, en referencia al ataque de Hamás que desató la actual guerra, considerada el mayor fracaso de seguridad en la historia de Israel.
Guerra sin fin y presión social
La prolongada ofensiva militar en Gaza ha exacerbado las tensiones internas. Israel atraviesa la guerra activa más larga de su historia, con 866 soldados muertos desde el inicio del conflicto. Esta situación ha llevado al ejército a depender cada vez más de los reservistas, muchos de los cuales ya han sido convocados en múltiples ocasiones.
En este contexto, la negativa de los jaredíes a alistarse y su posible participación en el colapso del gobierno han provocado indignación en sectores laicos y reservistas, que sienten que cargan con el peso del conflicto mientras otros quedan al margen.
Contexto internacional y simbolismo
En medio de esta crisis política, el presidente de Argentina, Javier Milei, se encuentra de visita oficial en Israel y tiene previsto pronunciar un discurso ante la Knesset este miércoles, en un momento de fuerte carga simbólica y política para el país anfitrión.
Claves de la crisis política en Israel
Tema | Detalle |
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Proyecto de ley | La oposición busca disolver el Parlamento y forzar elecciones anticipadas |
Socios rebeldes | Los partidos ultraortodoxos amenazan con votar a favor de la disolución |
Exención militar | Clave de la disputa: jaredíes exigen no ser reclutados en plena guerra |
Votación clave | Prevista para la noche del miércoles si no se retira del orden del día |
Consecuencias | Si fracasa, la oposición no podrá presentar otra moción en 6 meses |
Tensiones sociales | Creciente molestia por privilegios religiosos en contexto bélico |
Visita internacional | Milei hablará ante la Knesset mientras se decide el destino del gobierno |
Con la votación aún pendiente y las negociaciones contrarreloj, el futuro del gobierno de Netanyahu pende de un hilo, en un momento en que Israel enfrenta no solo amenazas externas, sino también una fractura interna de alto riesgo.