CALGARY, 13 de mayo de 2025. — Un grupo separatista conocido como el Proyecto de Prosperidad de Alberta (APP) ha presentado una propuesta formal para realizar un referéndum sobre la separación de Alberta del resto de Canadá. La pregunta clave que proponen es clara y directa: “¿Está usted de acuerdo en que la provincia de Alberta se convierta en un país soberano y deje de ser una provincia de Canadá?”.
Este movimiento llega en un momento de creciente descontento en Alberta hacia las políticas federales lideradas por el primer ministro Mark Carney, especialmente en lo que respecta a regulaciones medioambientales y la explotación de combustibles fósiles. Aunque el gobierno provincial encabezado por la primera ministra Danielle Smith ha facilitado los mecanismos para impulsar referendos, el APP busca superar incluso esos requisitos al exigir 600.000 firmas de apoyo, más del triple de las necesarias según la nueva legislación.
El Contexto Político y Económico
El descontento en Alberta tiene raíces profundas, particularmente en las tensiones entre las provincias productoras de petróleo y gas y las políticas climáticas del gobierno federal. Las regulaciones ambientales han sido vistas como una amenaza a la principal industria de Alberta, responsable de gran parte de su economía. Según los líderes del APP, una Alberta independiente tendría:
- Impuestos provinciales más bajos y eliminación de impuestos federales.
- Menos regulaciones provenientes de Ottawa.
- Duplicación del desarrollo de petróleo y gas en cinco años.
- Construcción de nuevos oleoductos hacia Estados Unidos.
- Conservación de derechos canadienses, como pasaportes y acceso al Plan de Jubilaciones de Canadá (CPP).
Para muchos residentes de Alberta, estas promesas resuenan como una oportunidad de prosperidad económica sin las restricciones impuestas por el gobierno federal.
Una Estrategia Más Ambiciosa
Aunque la nueva ley propuesta por Danielle Smith reduce significativamente el número de firmas necesarias para forzar un referéndum (de 177.000), el APP ha optado por un objetivo mucho más ambicioso: 600.000 firmas. Según Jeffrey Rath, abogado del grupo, esta cifra busca demostrar un amplio respaldo popular antes de llevar la propuesta a las urnas.
“Esto es tan grave como un infarto”, declaró Rath durante una conferencia de prensa, destacando la seriedad del movimiento. “Es lo que esperan los albertenses”.
El APP también argumenta que su propuesta de pregunta es mucho más clara que la utilizada en el fallido referéndum de independencia de Quebec en 1995, evitando ambigüedades que pudieran generar confusión entre los votantes.
La Postura de Danielle Smith
La primera ministra Danielle Smith, aunque inicialmente sugirió un posible referéndum para 2026, se ha mostrado cautelosa sobre comprometerse con una fecha específica. En una conferencia de prensa reciente, Smith afirmó que es “prematuro” especular sobre los resultados de una campaña de recolección de firmas y reiteró su preferencia por negociar un “nuevo acuerdo” con Ottawa antes de considerar seriamente la separación.
“No podemos simplemente ignorar las preocupaciones de los albertenses”, dijo Smith. “Mi trabajo es ver si podemos lograr un nuevo acuerdo con Ottawa que permita mantener a Alberta dentro de Canadá”.
Sin embargo, Smith enfrenta presiones internas dentro de su propio partido, el Partido Conservador Unido (UCP), donde algunos miembros simpatizan con el movimiento separatista. Según encuestas recientes, el 65% de los simpatizantes del UCP apoyaría o estaría inclinado a votar por la independencia, lo que podría obligar a Smith a reconsiderar su postura.
Reacciones y División Pública
Según una encuesta realizada por el Instituto Angus Reid, aproximadamente el 19% de los albertenses votaría definitivamente a favor de abandonar Canadá, mientras que otro 17% se inclina hacia esa opción. Sin embargo, más de la mitad de los encuestados (54%) afirman que votarían por permanecer en el país.
El movimiento separatista también ha generado críticas significativas. Grupos indígenas y ambientalistas han expresado preocupación por las implicaciones de una Alberta independiente, particularmente en términos de derechos humanos y sostenibilidad ambiental. Además, analistas advierten que una separación podría tener consecuencias económicas devastadoras para la provincia, especialmente si pierde acceso a programas federales como el CPP y otros beneficios.
Negociaciones con Ottawa: ¿Un Último Intento?
Tras la derrota de su candidato favorito, Pierre Poilievre, en las elecciones federales del 28 de abril, Danielle Smith presentó una serie de exigencias al gobierno de Mark Carney, incluyendo:
- La eliminación de políticas federales de protección medioambiental que limitan la explotación de combustibles fósiles.
- Una revisión del sistema de transferencias federales para aumentar el financiamiento a Alberta.
- El congelamiento del impuesto a la contaminación de carbono industrial en 100 dólares por tonelada, en lugar de incrementarlo gradualmente hasta 170 dólares por tonelada para 2030**, como estaba previsto.
Sin embargo, líderes del APP han dejado claro que no se dejarán influenciar por posibles concesiones de Ottawa. “No nos distraeremos con cajas de bombones que Carney pueda traer a la mesa”, afirmó Rath.
Próximos Pasos
El APP planea presentar su pregunta referendaria a los votantes en octubre o noviembre de este año, siempre que alcance las 600.000 firmas necesarias. Hasta ahora, aseguran haber reunido 240.000 simpatizantes registrados en su sitio web, una cifra que esperan duplicar para finales de junio.
Mientras tanto, Danielle Smith enfrenta una creciente presión interna para adelantar el referéndum a finales de 2025, en lugar de esperar hasta 2026. Con una base conservadora cada vez más inclinada hacia la independencia, Smith podría verse obligada a reconsiderar su estrategia si desea mantener su liderazgo político.
Un Futuro Incierto para Alberta y Canadá
El movimiento separatista en Alberta refleja una profunda división entre las provincias productoras de recursos y el gobierno federal, exacerbada por las políticas climáticas y económicas. Aunque aún queda un largo camino antes de que un referéndum se materialice, el interés creciente en la independencia plantea preguntas fundamentales sobre el futuro de la unidad canadiense.
Mientras tanto, tanto Danielle Smith como Mark Carney deberán navegar cuidadosamente entre las demandas de Alberta y los intereses nacionales, buscando evitar una fractura que podría tener consecuencias irreversibles para Canadá.