TORONTO, 7 MAYO.– “Canadá ya está en recesión, no es una proyección, es una realidad que vivimos cada día en los precios de los supermercados, los despidos masivos y la contracción industrial”. Con esta advertencia cruda, Souren Sarkissov, CEO de Team Global Inc./MSM Group, desafía el discurso oficial y analiza sin filtros los errores que han llevado al país a una crisis económica silenciosa pero devastadora.

En esta entrevista exclusiva, el ejecutivo (cuya experiencia abarca mercados nacionales e internacionales y estrategias laborales), no solo expone los sectores más golpeados (como la manufactura), sino que también lanza propuestas polémicas: desde limitar drásticamente la inmigraciónhasta “crear una “unión estilo UE” con Estados Unidos para frenar la guerra arancelaria.

Además, critica con dureza al nuevo primer ministro Mark Carney, a quien considera parte del mismo “establishment globalista” que, en su visión, ha erosionado la clase media canadiense.

¿Hay esperanza? Sarkissov insiste en que sí, pero con condiciones: reinvención laboral, subsidios para capacitación en empleos calificados y un giro radical en las políticas públicas. Un diálogo sin concesiones que mezcla datos económicos, experiencias personales y un llamado urgente a la acción.

  1. Canadá se ha enfrentado a la inflación, las altas tasas de interés y un mercado laboral volátil. Según su experiencia en la contratación, ¿cree que el país está entrando (o ya está) en una recesión económica?

– Existen ciertos criterios económicos que nos permiten afirmar que el país está en recesión. La mayoría de estos criterios muestran claramente que Canadá se encamina hacia una recesión. En mi opinión, ya estamos en una pequeña recesión y no veo señales de recuperación.

¿Por qué pienso así? Además de los criterios puramente económicos, existen otros indicadores, como la disminución del gasto de consumo, la producción industrial y los ingresos reales, así como el aumento del desempleo. Tú y yo vivimos aquí, tenemos amigos que perdieron sus trabajos, vamos a las tiendas a comprar comida y otros productos y vemos que, por el mismo artículo, pagamos cada vez más. Aquí tienes la respuesta: un sí rotundo.

2. ¿Qué industrias se están viendo más afectadas y cuáles podrían impulsar la recuperación?

-En mi opinión, el sector manufacturero es el más afectado, ya que la mayoría de los bienes fabricados en Canadá se exportan a Estados Unidos. En el sector manufacturero, el sector automotriz se mantiene a flote gracias a una interconexión aún más fuerte con EE. UU. Las industrias alimentaria y de servicios se ven menos afectadas, simplemente porque un gran porcentaje de sus productos se consume localmente.

En cuanto a las industrias en las que podemos apoyarnos para la recuperación, creo que históricamente las industrias más orientadas a los recursos locales y al servicio de las comunidades locales y regionales probablemente serían un potente motor para la recuperación. Un ejemplo perfecto sería la construcción, el desarrollo de infraestructuras y la construcción de carreteras.


3. ¿Cree que el nuevo Primer Ministro, Mark Carney, tiene el perfil adecuado para abordar los desafíos económicos de Canadá, especialmente los relacionados con el empleo y la competitividad internacional?

– En mi opinión, nuestro país necesita algo más radical que un simple ajuste de la política económica actual, pero como pregunta por una persona en particular, no profundizaré en este tema; podría dar lugar a otra conversación larga y seria. La única ventaja que veo en Mark Carney es que es un líder con mayor formación y experiencia que el anterior primer ministro.

Desafortunadamente, sus acciones seguirían estando dentro de la agenda globalista liberal que hemos experimentado durante los últimos 10 años y que llevó a Canadá a la crítica situación económica actual. Esta agenda incluye el aumento de impuestos, la eliminación de la clase media y una mayor marginación de la población en general. Por mucho que el Sr. Carney intente disimularlo, la base de su política económica sería la misma que la de los últimos 10 años. Por lo anterior, no creo que el Sr. Carney sea el candidato adecuado para el cargo.


4. ¿Qué políticas prioritarias debería impulsar un nuevo gobierno para reactivar el empleo?

-Creo que nuestro gobierno debe limitar la inmigración, tanto oficial como no oficial. Por no oficial me refiero a los llamados programas para estudiantes extranjeros y a la inmigración ilegal. Además, nuestra política migratoria debe orientarse hacia la incorporación de más trabajadores cualificados, ingenieros y médicos.

El gobierno debe tomar medidas enérgicas contra los empleadores que contratan a trabajadores ilegales y les pagan en negro. Por otro lado, el gobierno debe ofrecer incentivos fiscales y ayuda financiera a las empresas que mantienen a sus empleados incluso durante la recesión, simplemente porque el empleado que pierde su trabajo se convierte inmediatamente en una carga financiera aún mayor para el gobierno que el apoyo de los empleadores, quienes intentan mantener la fuerza laboral. 


5. ¿Debería el gobierno subvencionar la formación en sectores clave?

-En el mundo cambiante en el que vivimos, observo una transición de la fuerte dependencia de la mano de obra no cualificada a trabajadores cualificados más sofisticados. Esto requiere que el gobierno invierta en capacitación para estos puestos cualificados. Esto también es importante para las generaciones más jóvenes, que necesitan ayuda para obtener una educación adecuada y poder tener un trabajo disidente y superior al promedio, planificar sus vidas y perseguir el “sueño canadiense”.

Muchos de ellos simplemente no pueden costear la capacitación adecuada. Una mayor cualificación implica salarios más altos y, por lo tanto, más dinero de los impuestos para el gobierno. Subvencionar la capacitación es una forma mucho mejor de invertir nuestro dinero que lo que hace el gobierno actualmente.


6. ¿Cree que la imposición de aranceles por parte de la administración Trump está perjudicando el empleo en Canadá?

-Es una pregunta fácil. Nuestro principal socio comercial es Estados Unidos, y no veo forma de sustituirlo en el futuro próximo. Por lo tanto, ya estamos perdiendo y perderemos más si la guerra arancelaria continúa.


7. Hipotéticamente, si usted tuviera el poder de negociar con el gobierno estadounidense, ¿qué propondría respecto a la “guerra comercial” que podría beneficiar a ambos países?

-Primero déjenme decirles que Canadá nunca sería el “estado numero 51 de los EE. UU”. Esto no beneficia a ninguno de los dos países y todo el revuelo al respecto lo crean los diferentes grupos políticos, utilizándolo para impulsar su propia agenda. Si yo estuviera en la mesa de negociaciones, propondría un acuerdo al estilo de la Unión Europea donde ambos países permanezcan independientes con sus propios gobiernos, incluso sus propias monedas (como Polonia y la República Checa), pero con libre circulación de bienes, capitales y personas dentro de la Unión.

También haría que la frontera más larga del mundo entre Canadá y los EE. UU. sea prácticamente invisible. ¡Imagínense cuántos recursos, humanos, financieros y tecnológicos se podrían liberar de su custodia y asignar a la protección de las fronteras exteriores de la Unión propuesta! Y también tiene mucho sentido común.

8. En un escenario de incertidumbre, ¿qué consejo les daría a los profesionales que buscan trabajo y a las PYME que intentan sobrevivir? ¿Hay motivos para el optimismo?

Yo diría que sean pacientes y perseverantes, que no dejen de aprender, que intenten estar a la vanguardia de su oficio, que no dependan solo de la IA, que usen su propio ingenio. Recuerden, después de la oscuridad, siempre sale el sol. Soy optimista, pero el optimismo necesita estar bien respaldado por sus propios esfuerzos.

Muchas Gracias por la entrevista.

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