Caos total en Madrid: Mares de gente caminando, sin Metro y trenes, sin internet, bares cerrados, carreteras rebasadas tras apagón

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MADRID, 28 de abril.- El apagón eléctrico que ha dejado sin suministro a toda la Península Ibérica ha transformado las calles de Madrid en un escenario inusual, con una marea humana intentando regresar a casa tras la paralización total del transporte público. Sin Metro ni Cercanías operativos, cientos de miles de personas han tenido que caminar largas distancias o enfrentarse a un colapso vial que ha convertido las principales arterias de la ciudad en auténticos atascos.


Una Marea Humana en Movimiento

Las calles de Madrid se han llenado de personas caminando bajo el sol de la tarde, muchas de ellas consultando constantemente sus móviles en busca de rutas alternativas para llegar a sus destinos. En ausencia de transporte público, los autobuses se han convertido en el “gran salvavidas”, aunque algunos ya muestran en sus paneles luminosos el temido mensaje “No Admite”, incapaces de absorber la demanda masiva.

  • Irene y Paola, dos mujeres entrevistadas por EFE, llevaban casi media hora caminando. Una de ellas estaba cerca de su destino en Embajadores, pero la otra debía llegar hasta Villaverde, una distancia considerable que decidió recorrer a pie tras escuchar que esperar un autobús podría llevarle más de una hora.
  • Melisa, empleada en una tienda de la calle Goya, salió pasadas las 16:00 horas rumbo a Leganés, un trayecto que implica tomar dos autobuses. Resignada, reconoce que su única opción es avanzar paso a paso: «Con tal de llegar a casa…», suspira.

Otros, como Txetxo, lograron llegar a sus casas en coche, aunque con un coste elevado: tardó una hora en recorrer el trayecto desde La Castellana hasta el barrio de Legazpi, mientras que Nani llevaba ya dos horas esperando su autobús en una marquesina del centro.


Colapsos y Atascos en la Red Vial

El tráfico en Madrid ha alcanzado niveles críticos, especialmente en vías principales como La Castellana y la M-30, donde el caos ha hecho inviable el uso del coche para muchos. Conductores atrapados en largas filas de vehículos han recurrido al claxon, mientras agentes de tráfico intentaban regular el flujo con silbatos y gestos desesperados.

En otras ciudades, como Sevilla, la situación no ha sido muy diferente. La autovía de Mairena del Aljarafe registró enormes atascos en dirección a la capital andaluza, evidenciando cómo el apagón ha afectado también a las redes viales fuera de Madrid.


Cierre de Comercios y Búsqueda de Refugio

Muchos bares, restaurantes y tiendas en zonas comerciales como Serrano o Goya decidieron cerrar después de comer ante lo inédito de la situación. Los establecimientos que permanecieron abiertos vieron largas colas de personas buscando agua, velas y pilas, productos que rápidamente comenzaron a escasear.

Algunos ciudadanos optaron por buscar refugio temporal en casa de amigos o familiares cercanos. Rocío y Elena, por ejemplo, prefirieron quedarse en Madrid en lugar de intentar llegar a localidades como Getafe, donde el transporte público sigue suspendido y el tráfico está completamente colapsado.


Parques Llenos y Familias Improvisando

Los parques de la ciudad también se han llenado de familias que han recogido a sus hijos antes de lo habitual de los colegios. Padres e hijos han buscado cobijo en espacios públicos, aprovechando el buen tiempo para pasar las horas mientras esperan que se restablezca el suministro eléctrico.

Quioscos y pequeños comercios han sido testigos de esta improvisación urbana, con largas filas de personas en busca de algo para beber o alimentos básicos. Las velas y las pilas se han convertido en los productos más codiciados, agotándose rápidamente en muchos puntos de venta.


Frustración y Desconcierto

El desconcierto ha sido palpable en las calles. Sin internet ni acceso a servicios digitales, algunos ciudadanos han expresado su frustración:

“Y nosotros, sin Internet, ¿qué hacemos?”, comentaba una persona mientras emprendía el camino de vuelta a casa.

Otro ciudadano, cerca de un garaje repleto de coches varados, bromeaba con resignación: “Si esto sigue mañana, yo no vengo al trabajo”.


Un Día Histórico en la Ciudad

El apagón ha dejado imágenes inéditas en Madrid: mareas humanas caminando por calles vacías de transporte público, conductores atrapados en interminables atascos y familias buscando refugio en parques y hogares de amigos. Este evento, calificado como “absolutamente excepcional” por las autoridades, ha puesto de manifiesto la dependencia absoluta de la sociedad moderna de la electricidad y la necesidad de mejorar la resiliencia de los sistemas críticos.

A medida que el suministro eléctrico comienza a recuperarse gradualmente, los madrileños han demostrado paciencia y solidaridad, adaptándose a una situación que nadie esperaba vivir. Sin embargo, este día quedará grabado en la memoria colectiva como un recordatorio de la fragilidad de las infraestructuras en un mundo cada vez más interconectado.


Conclusión: Una Lección de Resiliencia

El apagón masivo ha dejado claro que, incluso en una ciudad tan avanzada como Madrid, la falta de electricidad puede generar un caos generalizado. La movilidad, las comunicaciones y los servicios básicos se ven profundamente afectados, obligando a los ciudadanos a improvisar y adaptarse. Este episodio será objeto de análisis para mejorar la planificación y preparación ante futuros incidentes similares, garantizando que la sociedad esté mejor equipada para enfrentarlos.

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