RÍO DE JANEIRO, 27 de abril. El expresidente brasileño Jair Bolsonaro completó este domingo dos semanas internado en un hospital de Brasilia tras una complicada operación intestinal realizada el pasado 13 de abril. Según el último parte médico divulgado, Bolsonaro presenta una “mejora progresiva” en los exámenes hepáticos, aunque continúa sin poder recibir alimentos por vía oral ni mediante sonda gástrica debido a problemas de gastroparesia, un trastorno que retrasa el vaciamiento del estómago.

El líder ultraderechista permanece en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI), con restricción de visitas y sin una previsión clara de alta médica. Los médicos señalaron que, aunque ha mostrado “señales iniciales de movimientos intestinales espontáneos”, su condición aún no permite avanzar en la reintroducción de alimentos. Por el momento, recibe soporte nutricional y calórico exclusivamente por vía endovenosa.


Evolución Clínica y Fisioterapia

El informe médico destacó que Bolsonaro sigue “clínicamente estable” y continúa realizando ejercicios de fisioterapia para mantener su movilidad y fortalecer su cuerpo mientras permanece hospitalizado. Además, recibe medidas preventivas contra la trombosis venosa profunda, un riesgo común en pacientes que permanecen inmovilizados durante largos períodos.

La cirugía a la que fue sometido duró doce horas y se llevó a cabo tras quejas de intensos dolores abdominales durante un acto político en el que buscaba apoyo para un proyecto de amnistía para los implicados en la intentona golpista del 8 de enero de 2023. Este procedimiento quirúrgico forma parte de una serie de intervenciones médicas a las que Bolsonaro ha sido sometido desde que fuera brutalmente apuñalado en el abdomen en septiembre de 2018, durante su campaña presidencial.


Secuelas del Atentado de 2018

El ataque sufrido en 2018 por un agresor diagnosticado con trastornos mentales dejó graves secuelas en la salud digestiva de Bolsonaro. Desde entonces, ha pasado por el quirófano en seis ocasiones para corregir complicaciones relacionadas con el estómago y el tracto intestinal. Estas intervenciones han incluido procedimientos para reparar obstrucciones intestinales, tratar infecciones y abordar adherencias internas causadas por el trauma inicial.

A pesar de las dificultades, los médicos han señalado que el exmandatario ha respondido bien al tratamiento postoperatorio actual. Sin embargo, su recuperación sigue siendo lenta y compleja debido a las condiciones crónicas derivadas del atentado.


Contexto Político y Apoyo Público

Mientras Bolsonaro permanece hospitalizado, su situación ha generado atención tanto dentro como fuera de Brasil. Líderes políticos y simpatizantes de su movimiento ultraderechista han expresado preocupación por su estado de salud, especialmente en medio de su esfuerzo por consolidar apoyo para su propuesta de amnistía, una iniciativa que busca beneficiar a quienes participaron en el asalto al Congreso, el Palacio Presidencial y la Corte Suprema el 8 de enero de 2023.

El caso ha polarizado aún más la política brasileña, con críticos argumentando que la medida podría socavar el Estado de derecho y debilitar las instituciones democráticas. Por otro lado, sus seguidores lo ven como un paso hacia la reconciliación nacional.


Pronóstico y Próximos Pasos

Aunque los médicos han descrito su evolución como “progresiva”, el equipo tratante ha enfatizado que la gastroparesia representa un desafío significativo para su recuperación. Este trastorno complica la reintroducción de alimentos y prolonga la necesidad de soporte nutricional intravenoso, lo que podría retrasar aún más su alta.

Por ahora, Bolsonaro permanecerá bajo observación en la UCI mientras los galenos evalúan su capacidad para tolerar alimentos y manejar las complicaciones derivadas de su historial médico. Su equipo médico ha subrayado la importancia de mantener un enfoque cauteloso para evitar recaídas o nuevas complicaciones.


Conclusión

La salud de Bolsonaro sigue siendo un tema de gran interés en Brasil, tanto por razones humanitarias como políticas. Aunque muestra signos de mejoría, su recuperación completa parece ser un proceso largo y lleno de desafíos médicos. En medio de esta situación, su figura sigue siendo central en el debate político brasileño, especialmente cuando el país se prepara para futuras elecciones y discusiones sobre la dirección de su democracia.

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