CIUDAD DEL VATICANO, 23 abril.- La basílica de San Pedro fue el epicentro de una masiva despedida este miércoles, cuando miles de fieles se congregaron para presentar sus últimos respetos al papa Francisco, cuyo cuerpo descansaba en un sencillo ataúd de madera frente al altar principal. Este gesto marca el inicio de tres días de velatorio público antes del funeral programado para el sábado.
Una Multitud en Duelo
Decenas de miles de personas avanzaron lentamente por el pasillo central de la histórica basílica del siglo XVI, donde el féretro de Francisco estaba colocado sobre una rampa inclinada, custodiado por cuatro guardias suizos que permanecieron firmes durante todo el día. Las autoridades vaticanas anticipan que las próximas jornadas serán aún más concurridas y anunciaron la posibilidad de mantener abierta la basílica incluso después de la medianoche para dar cabida a todos los que deseen rendir homenaje.
El ambiente era emotivo pero sereno, con fieles de diversas nacionalidades expresando gratitud por el legado del pontífice argentino, quien falleció el lunes a los 88 años tras un pontificado de 12 años marcado por su compromiso con los pobres, su mensaje inclusivo y su llamado a la justicia social.
Los Últimos Días de Francisco
La ceremonia comenzó con el sonido de las campanas de San Pedro mientras los portadores transportaban el cuerpo de Francisco desde la Casa Santa Marta, donde vivía, hasta la basílica. Este recorrido tuvo lugar en la misma plaza donde, días antes, el papa realizó su último adiós sorprendiendo a todos al aparecer en el papamóvil durante el Domingo de Pascua, a pesar de su frágil salud tras una severa neumonía.
El cardenal Kevin Farrell, quien administra temporalmente el Vaticano hasta la elección de un nuevo papa, encabezó la procesión hacia el altar principal, rodeado de nubes de incienso mientras el coro entonaba la Letanía de los Santos. Los cardenales, obispos, sacerdotes y monjas se acercaron en grupos al ataúd, haciendo reverencias y la señal de la cruz, antes de abrirse las puertas al público.
Un Funeral Simbólico y Humilde
En línea con los deseos de Francisco, los rituales funerarios han sido simplificados para reflejar su visión de un papa como un “simple pastor” y no un líder mundial ostentoso. A diferencia de ceremonias anteriores, el ataúd no fue colocado en un catafalco elevado, sino en una posición accesible y cercana a los fieles.
“Para mí, el papa Francisco representa un gran pastor, así como un gran amigo para todos nosotros”, comentó Micale Sales, un visitante brasileño en la basílica. Otros fieles destacaron su mensaje universal de paz y compasión, como Amit Kukreja, de Australia, quien afirmó: “Creo que difundió un mensaje positivo en todo el mundo, diciendo que debería haber paz y no violencia”.
Preparativos para el Funeral y el Cónclave
El funeral está programado para el sábado a las 10 de la mañana en la plaza de San Pedro, y contará con la asistencia de varios jefes de estado, incluidos el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski. Tras el funeral, el ataúd será cerrado y sellado, marcando el fin de los rituales públicos.
Simultáneamente, los cardenales se preparan para iniciar el cónclave que elegirá al próximo papa. Se espera que esta reunión comience después del 5 de mayo, con 135 cardenales menores de 80 años elegibles para votar. El cardenal surcoreano Lázaro You Heung-sik predijo un cónclave corto, aunque reconoció la incertidumbre del proceso. “Veremos qué dice el Espíritu Santo”, declaró.
El primer y único cardenal de Papúa Nueva Guinea, John Ribat, destacó la diversificación del Colegio de Cardenales bajo el liderazgo de Francisco y expresó su esperanza de que el próximo papa sea alguien capaz de “liderar la iglesia de una manera que sea veraz y una a todos”.
Un Legado Global
Francisco deja atrás un legado transformador dentro de la Iglesia católica, habiendo roto moldes con su estilo humilde y su enfoque en la atención a los marginados. Sin embargo, también enfrentó críticas de sectores conservadores debido a sus posturas progresistas sobre temas como el capitalismo, el cambio climático y la inclusión.
Fieles y líderes mundiales coinciden en que, aunque su pérdida es significativa, el espíritu de esperanza sigue vivo. “La muerte de un papa no es poca cosa, porque hemos perdido a nuestro líder”, dijo Julio Henrique, de Brasil. “Pero aún así, en unos días, tendremos un nuevo líder. Así que… la esperanza permanece. ¿Quién asumirá el trono de Pedro?”.
Conclusión
El velatorio público y las ceremonias funerarias del papa Francisco representan tanto un acto de despedida como un momento de transición para la Iglesia católica. Mientras el mundo rinde homenaje a un pontífice inolvidable, los cardenales se preparan para elegir a su sucesor en un contexto de incertidumbre y expectativa. La pregunta que queda en el aire es cómo el próximo papa continuará el legado de Francisco y enfrentará los desafíos globales que aguardan a la Iglesia en los próximos años.