TORONTO, 23 ABRIL.- El líder del Partido Conservador de Canadá, Pierre Poilievre, utilizó una conferencia reciente para presentar una visión apocalíptica del futuro del país bajo el liderazgo liberal. En su discurso, Poilievre describió un Canadá en 2040 donde las familias se verían obligadas a cazar y buscar comida debido al aumento exorbitante de los precios de alimentos y vivienda, mientras los espacios públicos se convierten en caldo de cultivo para la adicción, el crimen y la violencia.
Un País en Caos
Poilievre centró gran parte de su discurso en la proliferación de campamentos de personas sin hogar en las principales ciudades canadienses, argumentando que estos espacios públicos han sido invadidos por lo que él describe como “zonas de desesperación”. Según el líder conservador, plazas donde antes los niños jugaban y las familias se reunían ahora están dominadas por la adicción a las drogas, la trata de personas y el crimen.
“Los padres tienen miedo de dejar que sus hijos pasen por los parques para llegar a la escuela”, afirmó Poilievre, describiendo escenas desgarradoras: cuerpos medio muertos, contorsionados por el uso de fentanilo, con vidas destrozadas por el poder destructivo de esta droga.
Propuestas Conservadoras
Para abordar esta crisis, Poilievre anunció un plan que incluye modificaciones al Código Penal para otorgar más poderes a las fuerzas del orden. Las propuestas clave son:
- Permitir a la policía detener a personas que instalen tiendas de campaña en espacios públicos y desmantelar estos campamentos.
- Dar a los jueces la autoridad para ordenar tratamientos obligatorios contra la adicción a personas sin hogar que posean drogas ilegales.
El líder conservador aseguró que estas medidas cuentan con el respaldo de varias asociaciones de policía municipal, incluida la de Toronto, destacando la necesidad de recuperar los espacios públicos para el disfrute seguro de todos los ciudadanos.
Críticas a la Gestión Liberal
Poilievre también aprovechó la oportunidad para criticar duramente la gestión de los liberales, a quienes acusó de causar una “década perdida” para Canadá. Citando un informe de un grupo asesor en materia de previsión, argumentó que las políticas actuales han llevado al país al borde del colapso económico y social.
En su retórica, Poilievre retrató a Canadá como un lugar donde los problemas sistémicos —como la falta de vivienda asequible y el aumento de la pobreza— han creado un ciclo de desesperación que afecta especialmente a los más vulnerables.
Reacciones y Contexto
Las declaraciones del líder conservador han generado reacciones mixtas. Mientras algunos sectores aplauden sus propuestas como medidas necesarias para abordar problemas urgentes, otros critican su enfoque como simplista y potencialmente inhumano. Organizaciones defensoras de los derechos humanos han señalado que criminalizar la pobreza y la adicción no resuelve las causas profundas de estas crisis.
La creciente visibilidad de los campamentos de personas sin hogar en ciudades como Toronto, Vancouver y Montreal ha generado debates intensos sobre cómo abordar esta realidad. Los gobiernos locales y federales enfrentan presiones para equilibrar la seguridad pública con la protección de los derechos de las personas más vulnerables.
Conclusión
El discurso de Pierre Poilievre refleja una estrategia clara de su partido: utilizar narrativas alarmistas para ganar apoyo político prometiendo soluciones drásticas. Sin embargo, la efectividad de estas propuestas dependerá de si logran abordar las raíces de los problemas sociales y económicos que afectan a Canadá, o si simplemente perpetúan ciclos de exclusión y marginación.
Mientras tanto, el debate sobre el futuro de los espacios públicos y la respuesta adecuada a la crisis de vivienda y adicción sigue siendo un tema central en la agenda política del país, con implicaciones significativas para las próximas elecciones.