SÃO PAULO, 15 de abril — Decenas de migrantes africanos y organizaciones sociales tomaron las calles de São Paulo este lunes para protestar contra la violencia policial tras el asesinato del vendedor ambulante senegalés Ngange Mbaye, de 34 años, a manos de un agente de la Policía Militar durante un operativo en el barrio de Brás, una conocida zona comercial del centro de la ciudad.
La Protesta: Voces Exigiendo Justicia
La manifestación comenzó en la Plaza de la República, un punto emblemático para movilizaciones sociales en São Paulo, y culminó frente a la sede del ayuntamiento, donde los manifestantes esperaban ser recibidos por funcionarios municipales. Durante el recorrido, portaron carteles con mensajes contundentes como:
- “Policía racista”
- “Paren de matar a los trabajadores”
- “Justicia por Ngange”
Los participantes denunciaron no solo el caso específico de Mbaye, sino también la violencia estructural que enfrentan los migrantes y las comunidades negras y pobres en Brasil, especialmente en sus interacciones con las fuerzas de seguridad.
Además, exigieron la renuncia del secretario regional de Seguridad Pública, Guilherme Derrite, quien ha sido criticado por su defensa constante de las acciones policiales desde que asumió el cargo en enero de 2023. Los manifestantes acusan a Derrite de ignorar las demandas de justicia y transparencia en casos de abuso policial.
El Caso de Ngange Mbaye
El pasado viernes, Ngange Mbaye, un vendedor ambulante senegalés, fue baleado en el estómago por un agente de la Policía Militar durante un operativo en Brás, una zona central de São Paulo conocida por su comercio popular. Según testigos y videos difundidos en redes sociales, el tiroteo ocurrió cuando los agentes intentaron confiscar un carrito con mercancía que Mbaye utilizaba para trabajar.
Herido de gravedad, Mbaye fue trasladado al hospital, pero lamentablemente falleció antes de recibir atención médica adecuada. El hecho generó indignación y rápidamente se convirtió en un símbolo de la brutalidad policial que afecta a los sectores más vulnerables de la sociedad brasileña.
Respuesta Oficial y Contexto de Violencia Policial
Consultada por la agencia EFE, la Secretaría Regional de Seguridad Pública confirmó que el agente involucrado en el tiroteo ha sido retirado de sus funciones mientras se lleva a cabo una investigación “rigurosa”, con el acompañamiento del Ministerio Público y el Poder Judicial. Sin embargo, esta respuesta no ha calmado las críticas hacia un sistema policial que históricamente ha sido señalado por su letalidad desproporcionada.
Según datos del Sistema Nacional de Información de Seguridad Pública (Sinesp) del Ministerio de Justicia, el estado de São Paulo registró 814 muertes por intervención policial en 2024, siendo el segundo estado con más casos en todo el país. En lo que va de 2025, ya se han reportado 190 muertes provocadas por policías, de las cuales 34 fueron cometidas por agentes fuera de servicio.
Estas cifras reflejan una crisis profunda dentro de las fuerzas de seguridad, marcada por un uso excesivo de la fuerza y una falta de rendición de cuentas en casos de violencia institucional.
Un Problema Sistémico: Racismo y Vulnerabilidad
El caso de Ngange Mbaye no es un incidente aislado. Las comunidades migrantes, particularmente las africanas, enfrentan discriminación sistemática en Brasil, tanto en el ámbito laboral como en sus interacciones con las autoridades. Muchos vendedores ambulantes, como Mbaye, dependen de actividades informales para sobrevivir, lo que los coloca en una situación de mayor vulnerabilidad ante los operativos policiales.
Las organizaciones sociales que participaron en la protesta destacaron que este caso evidencia un patrón de racismo institucional dentro de las fuerzas de seguridad. Denuncian que los migrantes y los trabajadores informales son tratados como criminales en lugar de ciudadanos o residentes que merecen protección y derechos básicos.
Conclusión: Un Grito por Justicia y Cambio
¿Qué revela esta tragedia? El asesinato de Ngange Mbaye y la posterior protesta subrayan la necesidad urgente de reformar las prácticas policiales en Brasil. La violencia letal no solo perpetúa ciclos de impunidad, sino que también profundiza las desigualdades sociales y las tensiones raciales.
Mientras las autoridades prometen investigar rigurosamente el caso, los manifestantes insisten en que solo un cambio estructural en las políticas de seguridad pública podrá evitar nuevas tragedias. Para ellos, Ngange Mbaye no fue solo una víctima más de la violencia policial; su historia representa la lucha diaria de miles de migrantes y trabajadores que buscan construir una vida digna en un sistema que los margina constantemente.
La comunidad internacional también ha comenzado a prestar atención a estos eventos, lo que podría ejercer presión adicional sobre el gobierno brasileño para abordar estas injusticias de manera efectiva.
Hasta que se logre un cambio real, las calles de São Paulo seguirán siendo un espacio de resistencia y reclamo por justicia.