El Dilema de los Indocumentados en EE.UU.: Entre el Registro y la Deportación

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LOS ÁNGELES, 10 de abril — A partir de mañana viernes, millones de inmigrantes indocumentados en Estados Unidos enfrentarán una difícil decisión: inscribirse en un Registro Nacional de Extranjeros, proporcionando sus huellas dactilares y otros datos personales que podrían facilitar su deportación, o arriesgarse a sanciones más severas por no cumplir con esta nueva medida impulsada por la administración del presidente Donald Trump.


El Nuevo Requisito de Registro

El “Requisito de Registro de Extranjeros”, anunciado en marzo pasado, busca presionar a los inmigrantes indocumentados a abandonar voluntariamente el país. Según el Servicio de Ciudadanía e Inmigración (USCIS), todos los extranjeros indocumentados mayores de 14 años que hayan permanecido en EE.UU. durante más de 30 días están obligados a inscribirse. Los padres o tutores legales deben registrar también a los menores de 14 años, aunque para este grupo no será necesario tomar huellas dactilares.

El proceso incluye la creación de una cuenta personal en el sitio web del USCIS, donde los inmigrantes deben proporcionar información sobre su lugar de residencia, fecha de ingreso al país y antecedentes penales, entre otros detalles. Las autoridades exigen que los registrados lleven consigo en todo momento el comprobante de inscripción.

Sin embargo, esta medida ha generado temor generalizado entre la comunidad indocumentada, ya que proporcionar esta información podría colocarlos directamente en la mira de las autoridades migratorias para su deportación.


Dilema y Temor en la Comunidad Indocumentada

Para muchos inmigrantes, como Carlos Cifuentes, quien llegó a EE.UU. hace más de 15 años, esta situación representa un callejón sin salida:

“Pues la verdad no sé qué hacer. Por el lado que usted vea las opciones nos perjudican a nosotros”, declaró Cifuentes a EFE.

La incertidumbre ha llevado a activistas y abogados de inmigración a instar a la comunidad a no participar en el registro. El abogado de inmigración Alex Gálvez ha sido enfático en señalar que esta orden ejecutiva es inconstitucional y viola la Quinta Enmienda de la Constitución estadounidense, que protege a las personas de la autoincriminación.

“No, no hay que inscribirse. Esa orden ejecutiva de Trump es inconstitucional”, afirmó Gálvez, quien ha utilizado redes sociales para difundir su mensaje y calmar a los inmigrantes que consideraban registrarse.


Demanda Legal y Esperanza de Bloqueo

Cuatro organizaciones comunitarias han presentado una demanda contra el Departamento de Seguridad Nacional (DHS), argumentando que la medida viola las normas de procedimiento al afectar a millones de personas sin seguir los requisitos de notificación y consulta pública. Estas organizaciones son:

  • Coalición por los Derechos Humanos de los Inmigrantes
  • Unión de Trabajadores Agrícolas
  • CASA
  • Make the Road New York

En la primera audiencia del caso, celebrada el martes pasado, el juez Trevor McFadden, designado por Trump, pareció inclinarse a favor de los demandantes. El juez prometió emitir una decisión antes de la fecha de implementación del registro, programada para este viernes.

Los demandantes han advertido que la medida podría afectar a entre 2,2 y 3,2 millones de extranjeros, aunque creen que el número real podría ser mucho mayor.

“Esta norma es una invitación al abuso generalizado… Esta norma pone en peligro las libertades y los derechos de millones de personas que viven aquí”, señaló Michelle Lapointe, directora legal del Consejo Americano de Inmigración, que representa a los demandantes junto con la Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU) y otros abogados.


Una Ley Antigua como Base Legal

La medida se basa en una ley aprobada durante la Segunda Guerra Mundial, que permitía al gobierno federal exigir el registro de extranjeros en tiempos de conflicto. Sin embargo, esta ley ha estado prácticamente en desuso durante décadas, lo que ha generado cuestionamientos sobre su aplicabilidad actual.

Activistas esperan que el tribunal imponga un bloqueo temporal a la medida. Si esto ocurre, es probable que la administración de Trump apele la decisión, llevando el caso hasta la Corte Suprema, conocida por respaldar varias de las políticas migratorias del gobierno republicano.


Impacto en la Comunidad Inmigrante

El anuncio del registro ha generado miedo y confusión entre los inmigrantes, quienes temen que proporcionar información personal pueda llevar a represalias inmediatas. Además, esta iniciativa es parte de una serie de medidas impulsadas por la Casa Blanca para cumplir con las promesas de campaña de Trump de implementar deportaciones masivas.

Entre estas medidas destaca un acuerdo con el Departamento de Rentas Internas (IRS) para obtener información privada de las declaraciones de impuestos de ciertos inmigrantes, lo que podría ampliar aún más el alcance de las acciones migratorias.


Llamado a la Resistencia y la Información

Los activistas han hecho un llamado a la comunidad inmigrante para mantener la calma y no alimentar el miedo que la administración busca imponer.

“No hay que alimentar el miedo que esta Administración quiere imponer. Hay que luchar y mantenerse informado”, insistió Gálvez.

Mientras tanto, millones de inmigrantes esperan ansiosos la decisión del tribunal federal, conscientes de que el resultado podría determinar su futuro en EE.UU. La lucha contra esta medida no solo es legal, sino también una batalla por los derechos humanos y la dignidad de quienes han construido sus vidas en el país.


Conclusión: Un Futuro Incierto

El Registro Nacional de Extranjeros representa uno de los mayores desafíos que la comunidad indocumentada ha enfrentado en años. Mientras algunos consideran inscribirse como una forma de cumplir con la ley, otros ven en esta medida una trampa que podría llevar a deportaciones masivas. La decisión judicial que se espera para este jueves podría marcar un punto de inflexión, pero la batalla legal apenas comienza.

Independientemente del resultado, queda claro que las políticas migratorias de la administración Trump continúan generando divisiones profundas en la sociedad estadounidense, dejando a millones de personas en una situación de vulnerabilidad extrema.

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