NUEVA YORK, 2 de abril — El icónico actor estadounidense Val Kilmer, conocido por sus memorables papeles en películas como Top Gun, Batman Forever y The Doors, falleció a los 65 años debido a complicaciones por neumonía, según confirmó su hija, Mercedes Kilmer, al New York Times. El actor había luchado contra el cáncer de garganta desde 2014, enfermedad que dejó secuelas físicas importantes, incluida la pérdida de su voz original tras una traqueotomía.


Un Comienzo Prometedor y un Legado Duradero

Nacido en California, Kilmer fue el estudiante más joven admitido en la prestigiosa escuela de arte dramático Juilliard de Nueva York. Su debut cinematográfico llegó en 1984 con la comedia satírica Top Secret!, pero fue en 1986 cuando alcanzó fama internacional interpretando al piloto Tom “Iceman” Kazansky en Top Gun. Este rol lo consolidó como una estrella de Hollywood y estableció su lugar en la cultura pop como el eterno rival del personaje de Tom Cruise, Maverick.


Roles Emblemáticos y Logros Artísticos

En los años noventa, Kilmer protagonizó una serie de películas que destacaron su versatilidad actoral:

  • En 1991, dio vida al legendario músico Jim Morrison en The Doors, dirigida por Oliver Stone, en una actuación que recibió elogios por su intensidad y transformación física.
  • En 1995, asumió el icónico papel de Bruce Wayne/Batman en Batman Forever, sucediendo a Michael Keaton en la franquicia del superhéroe de Gotham.

A pesar de su formación clásica y aspiraciones artísticas, Kilmer enfrentó dificultades en la industria durante los años 2000. Participó en proyectos irregulares y producciones de bajo presupuesto, aunque nunca dejó de explorar nuevas formas de expresión creativa.


El Documental “Val” y el Regreso Emocional en Top Gun: Maverick

En 2021, su vida y carrera fueron retratadas en el documental Val, presentado en el Festival de Cannes. El filme incluyó grabaciones personales y mostró las secuelas físicas y emocionales de su batalla contra el cáncer, así como su determinación por seguir trabajando a pesar de las limitaciones.

Ese mismo año, Kilmer hizo un emotivo regreso a la pantalla grande con un cameo como Iceman en Top Gun: Maverick, la esperada secuela de la película de 1986. Su participación fue recibida con entusiasmo por los fans, quienes celebraron el reencuentro entre Iceman y Maverick. Fue su última aparición en el cine.


Conflictos y Reconocimientos en Hollywood

Kilmer era conocido tanto por su talento como por su carácter difícil en los rodajes. Directores y compañeros de reparto a menudo destacaron sus desafíos en el set:

  • Joel Schumacher, director de Batman Forever, declaró: “Rezo por no volver a trabajar con [Kilmer]. Tuvimos dos semanas en las que no me dirigió la palabra”. Sin embargo, años después reconoció que Kilmer había sido “el mejor Batman”.
  • Durante el caótico rodaje de La isla del Dr. Moreau, su coprotagonista Marlon Brando supuestamente le dijo: “Estás confundiendo tu talento con el tamaño de tu sueldo”, mientras que el director John Frankenheimer afirmó: “No me gusta Val Kilmer, no me gusta su ética de trabajo”.

Pese a estas fricciones, su capacidad actoral siempre fue valorada. Irwin Winkler, con quien trabajó en A Primera Vista, describió su colaboración como “una experiencia maravillosa” y destacó su creatividad e ideas innovadoras.


Homenajes y Despedidas

Tras su fallecimiento, colegas y amigos rindieron homenaje al actor. Josh Brolin, quien compartió pantalla con él en varias ocasiones, escribió en Instagram: “Nos vemos, amigo. Te voy a extrañar. Eras un genio inteligente, desafiante, valiente y súper creativo. Ya no queda mucho de eso. Espero verte allá arriba en el cielo cuando finalmente llegue”.


Un Legado Complejo pero Inspirador

Val Kilmer deja un legado complejo pero profundamente inspirador. Aunque enfrentó desafíos personales y profesionales, nunca dejó de perseguir su pasión por el arte y la actuación. Además de su carrera en Hollywood, exploró proyectos teatrales y literarios, incluidos planes para adaptar una obra sobre Mark Twain al cine, aunque su diagnóstico de cáncer interrumpió esos sueños.

En sus últimos años, Kilmer también mostró interés en la política, participando en campañas y abogando por causas en las que creía, como exenciones religiosas al Obamacare. Su vida fue un testimonio de resiliencia y creatividad, marcada por momentos de gloria y sombras inevitables.

Val Kilmer será recordado no solo por sus papeles icónicos, sino también por su espíritu inquebrantable y su búsqueda constante de autenticidad en un mundo a menudo superficial. Descanse en paz.

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