BUENOS AIRES, 27 de marzo.- El comisario mayor Mauricio Cassinelli, perito encargado de la autopsia de Diego Armando Maradona, declaró este jueves ante el tribunal detalles escalofriantes sobre el estado físico del ídolo argentino en el momento de su muerte. Según Cassinelli, Maradona tenía un corazón que pesaba más del doble del tamaño normal, presentaba un edema generalizado en todo el cuerpo y señales de una agonía prolongada que podría haber durado hasta 12 horas.


Hallazgos Médicos: Un Cuerpo Afectado por Años de Enfermedades

Durante su testimonio, Cassinelli explicó que al realizar la autopsia se encontraron graves anomalías en el cuerpo de Maradona. Entre los datos más impactantes destacó:

  • Corazón gigante: “El corazón de Maradona pesaba más del doble del tamaño normal”, afirmó el perito. Este hallazgo es consistente con años de problemas cardíacos asociados a hipertensión, enfermedades crónicas y estilo de vida poco saludable.
  • Acumulación de líquido: Maradona tenía cuatro litros y medio de agua acumulada en su cuerpo, de los cuales tres litros estaban en el abdomen. Esta condición, conocida como ascitis, suele estar vinculada a insuficiencia cardíaca o hepática severa.
  • Edema generalizado: El exfutbolista presentaba hinchazón (“edema”) desde los pies hasta la cabeza, otra señal de deterioro sistémico.

Cassinelli subrayó que estos síntomas no aparecieron repentinamente, sino que se desarrollaron a lo largo del tiempo. “El agua no se forma en un día, ni en dos ni en cuatro, es algo que va progresando”, aseguró, estimando que este proceso llevaba ocurriendo desde “un mínimo de diez días” antes de su fallecimiento.


La Agonía de Maradona: Hasta 12 Horas Sin Recibir Asistencia

Uno de los aspectos más desgarradores de la declaración fue la descripción de la posible agonía que vivió Maradona. Según el perito, el tiempo transcurrido entre el inicio del colapso vital y su muerte pudo haber sido de hasta 12 horas, durante las cuales el exjugador no recibió atención médica adecuada.

Esto refuerza las acusaciones contra el equipo médico que atendía a Maradona en sus últimos días. Varios profesionales están siendo juzgados por “homicidio culposo con dolo eventual”, acusados de negligencia e incumplimiento de sus deberes como cuidadores de una persona en condiciones tan delicadas.


El Juicio Continúa: Responsabilidades en Debate

Este testimonio forma parte del juicio que busca determinar si hubo responsabilidad profesional en la muerte de Maradona, ocurrida el 25 de noviembre de 2020 en una casa de Tigre, donde estaba recuperándose tras una operación por un hematoma subdural.

El tribunal ha escuchado a varios testigos clave, incluidos médicos, enfermeros y personal cercano al astro, quienes han brindado versiones contradictorias sobre la calidad de la atención médica que recibió Maradona en sus últimos días. Algunos testimonios apuntan a fallas graves en el monitoreo y tratamiento del paciente, mientras otros defienden las decisiones tomadas por el equipo médico.


Impacto Emocional y Social

Las revelaciones sobre el estado físico de Maradona han generado una fuerte reacción en Argentina y en el mundo. Para muchos, estas pruebas confirman que el ídolo del fútbol no solo luchó contra sus adicciones y estilo de vida, sino también contra un sistema de salud que habría fallado en protegerlo en su momento más vulnerable.

El caso ha generado debates sobre la responsabilidad ética y profesional de los equipos médicos que tratan a pacientes famosos, así como sobre la necesidad de implementar protocolos más estrictos para garantizar una atención adecuada, independientemente del estatus del paciente.


Conclusión

La declaración del comisario Cassinelli pone de manifiesto la gravedad de las condiciones físicas de Diego Maradona antes de su muerte, evidenciando años de deterioro acumulado y una falta de intervención oportuna. Mientras el juicio avanza, las preguntas sobre quién o qué falló en sus últimos días siguen siendo centrales. Lo que queda claro es que la muerte de Maradona no fue un evento repentino, sino el resultado de un proceso prolongado que pudo haberse gestionado mejor.

El legado de Maradona como jugador sigue siendo inmortal, pero su trágica muerte plantea interrogantes profundas sobre cómo se manejan casos médicos complejos y la responsabilidad colectiva en la atención de figuras públicas icónicas.

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