CIUDAD DE MÉXICO, 27 de marzo.- La presidenta mexicana, Claudia Sheinbaum, declaró este jueves que responderá el próximo 3 de abril a los nuevos aranceles anunciados por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, sobre vehículos y autopartes. Sheinbaum argumentó que México aún tiene margen para negociar con Washington antes de implementar medidas de respuesta.


El Anuncio de Trump: Aranceles del 25 % a Vehículos y Autopartes

El miércoles, Trump anunció que impondrá aranceles del 25 % a todos los vehículos y autopartes importados a Estados Unidos a partir del 2 de abril, en lo que ha denominado el “Día de la Libertad Económica”. Sin embargo, las piezas fabricadas en México y Canadá estarán exentas temporalmente, mientras que los autos ensamblados en estos países solo pagarán aranceles por el contenido no estadounidense.

Estas medidas representan una amenaza directa a la industria automotriz mexicana, que es uno de los pilares económicos del país. Según la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA), esta industria representa casi un 4 % del PIB nacional y más del 20.5 % del PIB manufacturero. Además, México exporta cerca de tres millones de vehículos anuales a Estados Unidos y suministra el 40 % de todas las autopartes utilizadas en ese país.


La Postura de Sheinbaum: Una Respuesta Integral

Durante su conferencia matutina, Sheinbaum señaló que México buscará dar una respuesta integral a las medidas arancelarias de Trump, en lugar de abordar cada anuncio por separado. “Todavía hay espacio de pláticas, de colaboración, de negociación”, afirmó, destacando que México mantiene un nivel sin precedentes de comunicación con el gobierno estadounidense, particularmente con el secretario de Comercio, Howard Lutnick, y el titular de la Oficina del Representante Comercial de EE.UU. (USTR), Jamieson Greer.

La presidenta también recordó que el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) prohíbe la imposición de aranceles entre los países firmantes. “Dentro del T-MEC no debe haber aranceles, esa es la esencia del tratado comercial”, subrayó.


Impacto en la Economía Mexicana

El sector automotriz es vital para la economía mexicana, y los aranceles anunciados podrían generar un “impasse” en la industria, según advirtió Rogelio Garza, presidente de la AMIA. Este riesgo incluye posibles recortes de empleos, cambios operativos y una reducción en las exportaciones hacia Estados Unidos, principal socio comercial de México.

El secretario de Economía, Marcelo Ebrard, quien se encuentra en Washington para negociar, enfatizó que la prioridad del gobierno mexicano es proteger los empleos y asegurar que la industria automotriz siga siendo competitiva. “Ha sido la principal encomienda de la presidenta Sheinbaum que cuidemos el empleo, los ingresos y nuestras actividades económicas en México”, manifestó.

Ebrard también destacó que ha buscado un “trato preferente” para México en sus reuniones con funcionarios estadounidenses. El objetivo es garantizar que, en caso de que se mantengan los aranceles, México obtenga condiciones especiales que permitan mitigar el impacto económico.


Incógnitas y Riesgos

México ya enfrenta aranceles del 25 % al acero y al aluminio impuestos anteriormente por Estados Unidos, así como otros gravámenes a productos fuera del T-MEC. La incertidumbre generada por estas medidas ha llevado a organismos internacionales, como la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), a pronosticar una posible recesión para la economía mexicana si no se logra un acuerdo favorable.

El gobierno de Sheinbaum busca evitar una escalada comercial que afecte aún más a sectores clave. Sin embargo, también dejó claro que México no permanecerá pasivo ante políticas que considera contrarias a los principios del T-MEC y que ponen en riesgo su economía.


Conclusión

La respuesta de México a los aranceles de Trump será crucial para determinar el futuro de las relaciones comerciales entre ambos países. Aunque Sheinbaum insiste en que aún hay espacio para la negociación, el gobierno mexicano está preparado para adoptar medidas que protejan sus intereses económicos y laborales.

El 2 de abril, fecha límite fijada por Trump para la entrada en vigor de los aranceles, será un día decisivo. Las próximas semanas serán fundamentales para evaluar si las conversaciones bilaterales logran desactivar la tensión o si México se verá obligado a implementar una respuesta más contundente. En juego está no solo la industria automotriz, sino también la estabilidad económica y social de millones de mexicanos que dependen de este sector.

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