MADRID, 27 de marzo.- Alejandro Sanz, uno de los pilares indiscutibles de la música en español, se encuentra en un momento de renovación creativa y personal. A sus 56 años, el cantautor madrileño está a punto de lanzar su decimotercer álbum de estudio, ahora bajo el sello Sony Music, marcando un nuevo capítulo en una carrera que ha trascendido generaciones. En una entrevista íntima con Vanity Fair, Sanz abrió las puertas no solo de su hogar, sino también de su memoria y filosofía de vida, revelando cómo el error ha sido su mayor maestro.


Del Barrio a las Cumbres: Una Carrera Construida Sobre Introspección

La historia de Alejandro Sanz es la de un artista que irrumpió en la escena musical con fuerza desde su debut en 1991 con Viviendo deprisa. Contra todo pronóstico, aquel joven del barrio madrileño logró vender millón y medio de copias y establecerse como una voz inconfundible. Pero fue con Más (1997) cuando alcanzó el estatus de fenómeno cultural, vendiendo siete millones de discos y colocando cada uno de sus siete sencillos en lo más alto de las listas.

Desde entonces, Sanz ha evolucionado constantemente, explorando nuevos sonidos sin perder su esencia flamenca. Álbumes como El alma al aire, No es lo mismo, y Sirope evidencian su capacidad para reinventarse, flirteando con géneros como el funk, el pop británico o la escena urbana. “No soy un artista esencialista”, afirmó. “Mi esencia siempre está ahí, incluso cuando hago cosas que no suenan nada a mí. Es imposible desprenderme del flamenco. Aunque quisiera, no podría”.


Una Casa que Habla: Somosaguas como Refugio Creativo

Desde su refugio en Somosaguas, una casa brutalista de 1974 que describe como “espiritualmente renovadora”, Sanz comparte su vida entre premios, recuerdos y colaboraciones. Allí, rodeado de cuatro Grammy anglosajones y 24 Grammy Latinos, ensaya con amigos y recibe a músicos, actores y productores en un ambiente que fomenta la creación.

Fue precisamente en este espacio donde nació su próximo álbum, aún sin título oficial, pero con dos sencillos ya publicados: Palmeras en el jardín y Hoy no me siento bien. El primero, inspirado tras el fin de su relación con la pintora cubana Rachel Valdés, muestra al Sanz más introspectivo, mientras que el segundo, vestido en salsa, convierte el desamor en comedia. “El desamor es más picante que el amor. La poesía aparece cuando hay que remendar”, explicó.


Del Amor al Error: La Filosofía de Vida de Sanz

En su conversación con Vanity Fair, Sanz defendió que sus canciones funcionan como una “biblioteca emocional”. Para él, cada tema es un registro de lo vivido, una forma de documentar su existencia. “No busco evitar el error, sino provocarlo”, declaró. “No pienso quedarme haciendo lo mismo para no equivocarme. Me equivoqué con Corazón partío según los estándares de entonces. Pero esa equivocación me salvó”.

Esta filosofía de aceptar el error como parte del proceso creativo define su carrera. Reconoce que cada tropiezo le ha llevado a descubrir algo nuevo sobre sí mismo y su arte. “Los errores son semillas de belleza”, afirmó, dejando claro que su enfoque no es perfeccionista, sino profundamente humano.


Un Nuevo Comienzo con Sony Music

El cambio a Sony Music representa un punto de inflexión en su trayectoria. Tras largas etapas con Warner y Universal, Sanz admitió haber perdido la motivación por las dinámicas comerciales que priorizaban números sobre música. “Ya no se hablaba de música, solo de cifras”, confesó. Ahora, con Sony, siente que ha recuperado el entusiasmo. “Necesitaba pedalear con gente a mi lado. No quiero ser empresario. Quiero enfermar de lo que hago”.


Amor, Fútbol y Memoria: Un Presente Sereno

En lo personal, Sanz vive un presente lleno de paz junto a su pareja, la actriz Candela Márquez, con quien apareció públicamente por primera vez en la gala de Vanity Fair en diciembre. “Es de las cosas más bonitas que me han pasado últimamente. Me hace sentir persona”, dijo sobre su relación.

Además, su pasión por el Real Madrid sigue siendo un pilar importante en su vida. Compuso una canción para el club a pedido de Florentino Pérez y mantiene una cercana amistad con Carlo Ancelotti. “Más que el fútbol, me gusta el Madrid. Es algo que me conecta con mi padre”, compartió.


El Legado de un Artista Inquieto

Con 33 años de carrera, Alejandro Sanz sigue siendo un creador insaciable, dispuesto a explorar lo desconocido y asumir riesgos. “No puedes ponerte freno como creador porque entonces se acaba todo”, reflexionó. “Imagínate que la literatura o el cine se autolimitaran para no incomodar. Sería un jardín de perfecciones… y un aburrimiento total”.

Y así, con una guitarra reparada por un amigo de la infancia, un nuevo disco en camino y la convicción de que los errores son oportunidades, Alejandro Sanz reafirma su lugar en la historia de la música. Su legado no radica solo en los premios o las ventas, sino en su capacidad para conectar con el público a través de la honestidad y la vulnerabilidad.

En un mundo que tiende a valorar la perfección, Sanz nos recuerda que lo verdaderamente bello surge de la imperfección. Y, como él mismo dice, “equivocándome… yo siempre acierto”.

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