Moscú/Kiev, 26 de marzo — Apenas un día después de que Rusia y Ucrania anunciaran una supuesta tregua energética tras negociaciones mediadas por Estados Unidos en Riad, ambas partes se han acusado mutuamente de violar el acuerdo. Este intercambio de reproches ha generado nuevas tensiones, subrayando las dificultades para lograr avances significativos en los intentos de paz.


Ucrania Denuncia Ataques Rusos con Drones

El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, denunció este miércoles un ataque ruso con 117 drones kamikaze durante la noche anterior, que dañó infraestructuras civiles e industriales en las regiones de Krivi Rig y Sumi. Según Zelenski, estos bombardeos demuestran que Rusia no está interesada en alcanzar una “paz real”.

“Lanzar estos ataques a gran escala después de las negociaciones sobre el alto el fuego es una señal clara a todo el mundo de que Moscú no va a buscar una paz real”, escribió Zelenski en sus redes sociales. El mandatario ucraniano reiteró su llamado a la comunidad internacional para aplicar “presión clara y acciones contundentes” contra Rusia mediante sanciones adicionales, argumentando que tales medidas son necesarias para detener los ataques.

El reciente bombardeo con drones ha causado preocupación entre la población local y ha dejado claro que la guerra sigue teniendo un impacto devastador en la infraestructura crítica de Ucrania.


Rusia Acusa a Ucrania de Atacar Infraestructuras Energéticas

Por su parte, el Ministerio de Defensa de Rusia acusó a Ucrania de violar la tregua energética anunciada el martes. En un comunicado publicado en Telegram, Moscú afirmó que las defensas antiaéreas rusas derribaron dos drones ucranianos lanzados contra un depósito subterráneo de gas en la costa de la anexionada península de Crimea.

Además, según el ministerio, otro ataque con drones enemigos impactó instalaciones de la filial de la principal distribuidora eléctrica rusa, Rosseti Tsentr, en la región fronteriza de Briansk. Este incidente dejó sin electricidad a miles de residentes en la zona, exacerbando aún más las tensiones.

“El régimen de Kiev continúa sus ataques contra la infraestructura energética de Rusia, pese a las declaraciones públicas de Zelenski”, señaló el comunicado castrense ruso.


La Fragilidad del Acuerdo de Tregua

Las negociaciones celebradas en Riad buscaban establecer una tregua específica para proteger las infraestructuras energéticas críticas de ambos países, que han sido objetivo recurrente de ataques desde el inicio del conflicto. Sin embargo, aunque los comunicados emitidos por la Casa Blanca mencionaban la necesidad de clarificar los detalles del acuerdo, tanto Moscú como Kiev consideran que la tregua ya debería estar en vigor.

Este desacuerdo sobre la interpretación del acuerdo ha llevado a ambas partes a señalar al otro como responsable de romperlo. Mientras Ucrania culpa a Rusia por intensificar los ataques con drones, Moscú insiste en que Kiev no ha cesado sus acciones contra instalaciones energéticas rusas.


Un Escalofriante Patrón de Desconfianza

El rápido deterioro del acuerdo refleja la profunda desconfianza entre las partes involucradas. Para muchos observadores internacionales, esta escalada de acusaciones mutuas evidencia la falta de voluntad política para comprometerse plenamente con una solución pacífica.

  • Desde el lado ucraniano, Zelenski ha insistido en que cualquier acuerdo debe incluir garantías sólidas de seguridad y supervisión internacional para evitar futuras violaciones.
  • Desde el lado ruso, las autoridades han enfatizado que cualquier diálogo debe reconocer los intereses estratégicos de Moscú, incluida la situación en Crimea y otras áreas ocupadas.

Impacto Humanitario y Político

Los ataques recientes han tenido graves repercusiones humanitarias. En Ucrania, los bombardeos con drones han dañado infraestructuras clave, afectando suministros básicos como agua y electricidad. En Rusia, los apagones provocados por los ataques ucranianos han dejado a comunidades enteras sin servicios esenciales.

A nivel político, estas violaciones a la tregua complican aún más los esfuerzos diplomáticos liderados por Estados Unidos y otros aliados. La comunidad internacional enfrenta ahora la difícil tarea de determinar cómo presionar a ambas partes para cumplir con sus compromisos sin profundizar la crisis.


Conclusión

El conflicto entre Rusia y Ucrania ha entrado en una nueva fase marcada por la desconfianza y las acusaciones mutuas. La tregua energética anunciada en Riad parecía ofrecer una oportunidad para reducir las hostilidades, pero los eventos recientes sugieren que ambas partes siguen priorizando la confrontación sobre la cooperación.

Para avanzar hacia una verdadera resolución del conflicto, será necesario superar las barreras de desconfianza y encontrar mecanismos efectivos para garantizar el cumplimiento de los acuerdos. Mientras tanto, la población civil en ambos lados continúa pagando el precio de una guerra que parece lejos de terminar.

Como destacó Zelenski, “sin presión internacional firme, es improbable que veamos un cambio real en el comportamiento de Rusia”. Sin embargo, la cuestión sigue siendo si esa presión puede materializarse en acciones tangibles antes de que el conflicto cause más daños irreparables.

Publicidad