BOGOTA, 26 MARZO.- El informe de Human Rights Watch (HRW) sobre la situación en el Catatumbo, Colombia, destaca una grave crisis humanitaria impulsada por enfrentamientos entre dos grupos armados ilegales: el Ejército de Liberación Nacional (ELN) y el Frente 33, una disidencia de las extintas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC). Este conflicto ha resultado en violaciones masivas de derechos humanos, incluidos asesinatos selectivos, desplazamiento forzado y secuestros, afectando principalmente a civiles.
Principales hallazgos del informe:
- Asesinatos selectivos y víctimas civiles:
- Desde enero, cuando comenzó la ola de violencia, se reportaron al menos 94 homicidios en el Catatumbo, según cifras oficiales.
- Entre las víctimas figuran civiles, firmantes de paz de las FARC, menores de edad y líderes sociales.
- HRW documentó casos específicos donde hombres armados pertenecientes al ELN habrían ejecutado a personas acusadas falsamente de colaborar con el Frente 33. Estos asesinatos fueron cometidos en público para sembrar temor en la población.
- Desplazamiento forzado:
- Más de 56,000 personas han sido desplazadas de sus hogares debido a los enfrentamientos y la violencia generalizada.
- Las comunidades afectadas enfrentan condiciones precarias y carecen de acceso adecuado a alimentos, agua potable y servicios básicos.
- Responsabilidad del ELN:
- El gobierno colombiano ha señalado al ELN como el principal responsable de la escalada de violencia, lo que llevó a la suspensión de las negociaciones de paz en enero.
- Según HRW, el ELN ha implementado una campaña sistemática de asesinatos, secuestros y desapariciones para consolidar su control territorial.
- Participación del Frente 33:
- Aunque en menor medida, también se documentaron crímenes atribuidos al Frente 33, incluyendo el asesinato de líderes sociales que se opusieron a sus imposiciones.
- Este grupo ha utilizado supuestos cese al fuego con el gobierno para expandir su influencia en las comunidades locales.
- Relación con el narcotráfico y Venezuela:
- El conflicto parece estar vinculado al control de rutas de narcotráfico y al apoyo político-militar del régimen de Nicolás Maduro al ELN.
- Pese a las negativas de Venezuela, HRW señala la complicidad entre el ELN y el gobierno venezolano, lo que refuerza la presencia del grupo en la región fronteriza.
- Impacto en la población civil:
- Los testimonios recogidos por HRW evidencian un clima de terror, donde los civiles son blanco directo de represalias y castigos.
- En algunos casos, los cuerpos de las víctimas permanecieron expuestos durante horas como advertencia a otros.
Contexto más amplio:
Este escenario es similar a otros enfrentamientos ocurridos en regiones fronterizas de Colombia, como Arauca en 2022, donde diferentes actores armados disputaban territorios estratégicos. La falta de presencia efectiva del Estado en estas áreas permite que grupos ilegales perpetúen ciclos de violencia y abusos.
Recomendaciones de HRW:
- Protección inmediata: El gobierno colombiano debe priorizar la protección de civiles en zonas de conflicto mediante la implementación de medidas de seguridad y atención humanitaria.
- Investigaciones independientes: Se requiere investigar exhaustivamente los crímenes cometidos y llevar a los responsables ante la justicia.
- Cooperación internacional: Es fundamental fortalecer la cooperación binacional con Venezuela para abordar la presencia de grupos armados en la frontera común.
Conclusión:
La situación en el Catatumbo subraya la persistencia de dinámicas violentas en Colombia, incluso después de los acuerdos de paz de 2016. Mientras el ELN y otras disidencias sigan operando sin control, la población civil seguirá siendo la principal víctima de estos conflictos. Para revertir esta tendencia, es crucial que tanto el gobierno colombiano como la comunidad internacional adopten medidas urgentes y coordinadas.