VILANOVA DE SAU, España, 26 de marzo — En un giro dramático de los eventos climáticos, el embalse Sau al norte de Barcelona, que el año pasado quedó casi seco debido a una persistente sequía, ha vuelto a llenarse tras las recientes tormentas que han azotado España. Sin embargo, esta recuperación no ha estado exenta de costos humanos y materiales, ya que las inundaciones repentinas han obligado a cientos de personas a evacuar sus hogares, cerrar escuelas y carreteras, y han causado daños significativos.

Este fenómeno refleja la creciente volatilidad climática en España, donde los períodos de sequía prolongada están siendo interrumpidos por episodios de lluvias torrenciales. Los científicos señalan que el cambio climático está exacerbando estas fluctuaciones extremas, transformando el paisaje y la vida cotidiana del país.


Un Marzo Inusualmente Lluvioso

En lo que va de marzo, España ha recibido más del doble de la cantidad promedio de lluvia esperada para este mes, según datos de la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET). Esta situación incluye regiones tradicionalmente áridas como Andalucía, donde los ríos desbordados forzaron la evacuación de cientos de residentes.

En Madrid, las precipitaciones acumuladas durante las primeras tres semanas de marzo superaron cualquier registro mensual desde 1893, destacó Rubén del Campo, meteorólogo y portavoz de AEMET. Este evento es considerado “bastante excepcional” incluso para un país conocido por su clima impredecible.

Sin embargo, esta abundancia de agua llega después de meses de sequía severa que afectó gravemente los recursos hídricos y la agricultura. Según Daniel Argüeso, científico del clima de la Universidad de las Islas Baleares, este patrón de oscilación entre extremos secos y húmedos es característico del clima español, pero las magnitudes actuales son inusuales y preocupantes.


Fin de la Sequía, pero con Reservas Limitadas

La reciente oleada de lluvias ha traído algo de alivio a la crisis hídrica que comenzó en 2023. Los embalses de todo el país están ahora alrededor del 66% de su capacidad, niveles que no se veían desde hace una década. En Cataluña, el embalse Sau, que abastece de agua a Barcelona, pasó de estar al 5% de su capacidad el año pasado al 48% actualmente.

Para habitantes locales como Jordi Galabardes y su esposa Montse Bufils, quienes viven cerca del embalse, esta mejora significa esperanza. El año pasado, las restricciones de agua les impidieron regar su jardín, pero ahora ven posibilidades de recuperación. “En solo tres semanas, ha rellenado muchísimo”, comentó Galabardes.

No obstante, la duración de estos niveles saludables dependerá de factores futuros, como la cantidad de lluvia primaveral adicional y las condiciones del verano. Aunque los expertos predicen que España probablemente evitará restricciones de agua este verano, advierten que los recursos hídricos nunca serán abundantes en un país tan vulnerable al clima.

“Nos hemos salido de la situación de sequía, pero tampoco es que tengamos un exceso de agua muy grande”, explicó Del Campo. “España siempre será un país donde los recursos hídricos son limitados.”


El Papel del Cambio Climático

Los científicos coinciden en que el cambio climático está intensificando las fluctuaciones climáticas en España. A nivel global, el aumento de las temperaturas está acelerando el ciclo hidrológico, lo que provoca sequías más prolongadas seguidas de lluvias torrenciales. Una atmósfera más cálida puede retener hasta un 7% más de agua por cada grado Celsius, lo que aumenta la probabilidad de eventos de precipitación intensa.

Según Jorge Olcina, profesor de geografía en la Universidad de Alicante, España está perdiendo la regularidad de sus lluvias. “Ahora podríamos tener perfectamente varios meses sin una gota de agua y, de repente, volver a llover con alguna tormenta importante en verano”, explicó.

Sin embargo, atribuir un solo evento meteorológico específico al cambio climático sigue siendo complicado, especialmente en un país como España, que históricamente ha experimentado extremos climáticos naturales. A pesar de esto, los patrones observados indican claramente una tendencia hacia mayor volatilidad.


Impacto Social y Económico

Las recientes inundaciones tuvieron un costo humano significativo. Cientos de personas fueron evacuadas, y comunidades enteras sufrieron daños estructurales y económicos. Además, las restricciones temporales en infraestructuras clave, como escuelas y carreteras, interrumpieron la vida cotidiana en varias regiones.

El caso del embalse Sau también ilustra cómo estos cambios abruptos pueden revelar fragmentos ocultos de la historia, como la iglesia medieval de Sant Roma de Sau, que emergió durante la sequía y ahora está nuevamente sumergida. Este fenómeno es tanto un recordatorio visual de la fragilidad ambiental como un símbolo de la resiliencia cultural.


Conclusión

El clima volátil de España pone de manifiesto los desafíos que enfrenta el país ante el cambio climático. Mientras que las recientes lluvias han aliviado temporalmente la sequía, también han evidenciado la vulnerabilidad de las infraestructuras y comunidades a eventos climáticos extremos. La clave para mitigar estos impactos radica en adaptarse a nuevas realidades climáticas y fortalecer políticas de gestión sostenible del agua.

Como concluyó Del Campo, “España es un país en el que los recursos hídricos nunca son abundantes”. En este contexto, la búsqueda de equilibrio entre conservación y desarrollo será crucial para garantizar un futuro resiliente frente a un clima cada vez más impredecible.

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