Miami, 25 de marzo — Desde este martes, más de 530,000 inmigrantes provenientes de Cuba, Venezuela, Haití y Nicaragua enfrentan una carrera desesperada contra el tiempo tras la decisión de la Administración del presidente Donald Trump de revocar el beneficio migratorio conocido como CHNV (parole humanitario), que permitía a estas personas residir y trabajar temporalmente en Estados Unidos bajo la protección de un patrocinador.
La medida, anunciada oficialmente por la Casa Blanca, entra en vigor a partir del próximo 24 de abril, dejando a los beneficiarios expuestos a la deportación si no logran encontrar alternativas legales para permanecer en el país. La portavoz del Departamento de Seguridad Nacional (DHS), Tricia McLaughlin, justificó la decisión argumentando que el programa “no aporta un beneficio público significativo” y es incompatible con las prioridades de política exterior y seguridad pública de la administración Trump.
El Impacto de la Revocación
El programa CHNV, implementado durante la presidencia de Joe Biden, permitió a cientos de miles de inmigrantes ingresar a EE.UU. mediante un proceso legal alternativo diseñado para reducir la migración irregular a través de la frontera sur. Sin embargo, el gobierno actual asegura que el programa ha exacerbado los retrasos en el sistema migratorio, citando, por ejemplo, que unas 75,000 solicitudes de asilo presentadas por beneficiarios del CHNV contribuyen al atasco de más de 3.6 millones de casos pendientes en las cortes de inmigración.
A partir del 24 de abril, quienes no cuenten con otra base legal para permanecer en el país, como una solicitud de asilo o una visa U para víctimas de crímenes, deberán abandonar voluntariamente EE.UU. Los que no lo hagan serán objetivo prioritario para los agentes del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE).
Además, el Servicio de Inmigración y Ciudadanía (USCIS) notificará individualmente a cada beneficiario sobre su situación migratoria. Los permisos de trabajo otorgados bajo este programa serán revocados, y todas las peticiones de permiso de viaje relacionadas con el CHNV serán canceladas.
Alternativas Limitadas para los Beneficiarios
Los afectados tienen pocas opciones para regularizar su estatus migratorio. Algunos podrían intentar solicitar asilo, aunque el proceso puede tardar años debido a las largas listas de espera en los tribunales de inmigración. Otros podrían postularse para visas especiales, como la visa U, pero estas también enfrentan limitaciones y tiempos prolongados de procesamiento.
Para aquellos que opten por salir voluntariamente del país, el DHS ha implementado una nueva función en la aplicación CBP Home, que permite a los usuarios reportar su salida desde el extranjero mediante geolocalización cuando crucen un punto de entrada en la frontera.
Críticas a la Decisión
La decisión ha generado fuertes críticas por parte de organizaciones proinmigrantes y expertos en políticas migratorias. Todd Schulte, presidente de FWD.us, calificó la derogación del CHNV como “un enfoque erróneo que desestabilizará vidas, perjudicará a estas comunidades y, en última instancia, a todos los estadounidenses”.
Schulte destacó que el programa había sido un éxito rotundo, facilitando la integración laboral de cientos de miles de inmigrantes en sectores clave de la economía. Según datos de FWD.us, la eliminación del CHNV podría suprimir hasta 240,000 empleos, incluyendo:
- 40,000 en la industria manufacturera,
- 30,000 en el sector del ocio y la hostelería,
- 30,000 en la construcción,
- 30,000 en el sector sanitario.
“Deberíamos mejorar vías legales como el CHNV que apoyan los intereses estadounidenses y no arrojar a cientos de miles de personas al caos”, subrayó Schulte.
Impacto Económico y Social
El fin del CHNV no solo afectará a los inmigrantes directamente involucrados, sino también a las comunidades y sectores económicos que dependen de su fuerza laboral. Muchos beneficiarios han encontrado empleo en industrias clave donde hay escasez de mano de obra, como la agricultura, la construcción y los servicios. Su partida forzada podría agravar problemas ya existentes en estos sectores.
Además, la medida podría tener un impacto negativo en las familias patrocinadoras, principalmente ciudadanos estadounidenses, que invirtieron tiempo y recursos para traer a sus familiares al país bajo este programa.
El Futuro de Otros Programas Similares
La decisión de revocar el CHNV ha generado preocupación sobre el futuro de otros programas similares, como el que acogió a unos 270,000 ucranianos y más de 70,000 afganos bajo circunstancias humanitarias excepcionales. Estos programas también podrían estar en la mira de la administración Trump, lo que aumentaría aún más la incertidumbre para decenas de miles de personas que buscan refugio en EE.UU.
Conclusión
La revocación del CHNV representa un giro drástico en las políticas migratorias de EE.UU., priorizando un enfoque restrictivo que busca reducir la inmigración temporal y fortalecer el control fronterizo. Sin embargo, las consecuencias humanitarias, económicas y sociales de esta decisión podrían ser profundas, afectando no solo a los inmigrantes directamente involucrados, sino también a las comunidades y sectores que dependen de su contribución.
Con menos de un mes para el plazo límite, los beneficiarios enfrentan una difícil elección: buscar alternativas legales para quedarse o regresar a países que, en muchos casos, siguen siendo escenarios de crisis humanitarias, violencia y pobreza.