GUAYAQUIL, 24 de marzo.— En un debate electoral cargado de tensión entre los dos candidatos presidenciales de Ecuador, la postura sobre Venezuela se convirtió en un punto de inflexión clave. La candidata correísta Luisa González aseguró que, de ganar las elecciones del próximo 13 de abril, reconocerá al presidente venezolano Nicolás Maduro como líder legítimo de su país. Este anuncio contrasta con la posición del actual presidente y candidato a la reelección, Daniel Noboa, quien ha mantenido una postura firme contra el régimen de Maduro, calificándolo como una “dictadura totalitaria”.
El Interrogante de Noboa y la Respuesta de González
Durante el debate, Noboa lanzó una pregunta directa a González:
«¿Tú reconoces la dictadura de Maduro, Luisa?»
La candidata evitó responder inicialmente con un “sí” o “no”, optando por desviar la atención hacia una acusación contra una empresa vinculada a la familia Noboa, a la que supuestamente se le encontró exportando droga oculta en cajas de banano durante tres años. Noboa respondió que su familia ha colaborado plenamente con las autoridades en cada caso y que estos se han resuelto sin problemas.
En la parte final del debate, Noboa insistió:
«Luisa, vas a reconocer al Gobierno totalitario y dictatorial de Nicolás Maduro. Es una pregunta súper clara. No divagues».
González finalmente respondió afirmativamente:
«Sí, reconoceré a Maduro como presidente porque necesito restablecer relaciones diplomáticas para deportar a los venezolanos que ingresaron de manera irregular con la amnistía migratoria impulsada por tu gobierno».
Además, añadió que seguiría el ejemplo de Estados Unidos al devolver a los inmigrantes irregulares que, según ella, generan competencia laboral desleal o contribuyen a la violencia en Ecuador.
Contraste Ideológico: Democracia vs. Totalitarismo
La respuesta de González alimentó el contraste ideológico entre ambos candidatos. Noboa aprovechó la oportunidad para reiterar su postura contra el régimen de Maduro:
«Aquí hay un contraste muy claro: totalitarismo o democracia. Libertad o un régimen dictatorial similar al de Maduro».
El mandatario destacó que su administración ha tratado a los venezolanos con humanidad, reconociendo la crisis que enfrentan en su país, pero subrayó que no reconocerá a un gobierno que considera antidemocrático.
Por su parte, González justificó su postura argumentando que restablecer relaciones diplomáticas con Maduro sería esencial para abordar el problema migratorio que, según ella, ha generado caos en Ecuador debido a políticas como la amnistía migratoria implementada bajo la administración de Noboa.
El Contexto Internacional
El gobierno de Noboa fue uno de los primeros en reconocer al líder opositor venezolano Edmundo González Urrutia como ganador de las elecciones del 28 de julio de 2023, ignorando la proclamación oficial de Maduro por parte del Consejo Nacional Electoral (CNE) de Venezuela. Noboa incluso entregó a González Urrutia la Orden Nacional al Mérito, una de las más altas distinciones ecuatorianas.
En cambio, el expresidente Rafael Correa, mentor político de González y aliado del chavismo, reconoció públicamente a Maduro como ganador de los comicios, respaldando la versión oficialista pese a las denuncias de fraude por parte de la oposición venezolana.
Este choque de posiciones refleja la polarización política en Ecuador entre quienes apoyan vínculos estrechos con regímenes como el de Maduro y quienes buscan alinearse con la comunidad internacional que rechaza su liderazgo.
Una Elección Histórica
Las elecciones del 13 de abril serán decisivas para el futuro de Ecuador. Más de 13,7 millones de ecuatorianos están llamados a votar para decidir si reeligen a Noboa para un mandato completo (2025-2029) o si devuelven el poder al correísmo a través de González, quien podría convertirse en la primera mujer presidenta en la historia del país.
El debate dejó en evidencia las diferencias fundamentales entre ambos candidatos, no solo en términos de política interna, sino también en sus visiones sobre cómo Ecuador debe posicionarse en la geopolítica regional. Mientras Noboa promueve una agenda alineada con principios democráticos y el rechazo a regímenes autoritarios, González defiende una política pragmática que prioriza relaciones estratégicas con gobiernos como el de Maduro, aunque ello implique controversias internacionales.
Conclusión: El Futuro de Ecuador en Juego
El contraste entre libertad y totalitarismo, como lo describió Noboa, resume el dilema que enfrentan los ecuatorianos en estas elecciones. Para muchos votantes, la decisión dependerá no solo de las propuestas económicas y sociales de cada candidato, sino también de cómo perciben que Ecuador debe relacionarse con países como Venezuela.
Como señaló un analista político:
“Esta elección no es solo sobre quién gobernará Ecuador; es sobre qué tipo de país quieren los ecuatorianos: uno que priorice valores democráticos y derechos humanos, o uno que adopte un enfoque pragmático incluso si implica alianzas controvertidas.”
El resultado definirá no solo el destino interno de Ecuador, sino también su papel en la región en un momento de alta polarización política.