TORONTO, Canadá, 17 de marzo.— La histórica Hudson’s Bay Company (HBC), la empresa más antigua de Norteamérica, fundada en 1670, ha solicitado este lunes a los tribunales autorización para liquidar sus activos si no logra encontrar inversores que puedan salvarla financieramente. La decisión marca un momento crítico para una compañía cuyo legado abarca más de tres siglos de historia canadiense.


Una Última Oportunidad para Evitar el Cierre Total

La solicitud fue presentada ante el Tribunal Superior de Ontario en Toronto, donde Hudson’s Bay busca permiso para vender su inventario y activos inmobiliarios en 80 establecimientos, incluidas cuatro tiendas emblemáticas Saks Fifth Avenue y 13 locales Saks Off 5th que opera bajo licencia en Canadá. Además, la compañía planea liquidar sus cuatro centros de distribución.

Aunque las ventas de activos podrían comenzar en cuestión de horas, la empresa sigue buscando un comprador o inversionistas que puedan evitar un cierre total. Los abogados de HBC pidieron al tribunal agilizar su decisión para maximizar el valor de los activos y preservar, al menos parcialmente, el negocio.

“Estamos trabajando incansablemente para identificar un camino viable hacia adelante,” declaró un portavoz de la compañía. “Esperamos que esta medida nos permita mantener operaciones clave mientras exploramos todas las opciones disponibles.”


Un Legado Histórico en Riesgo

Las mantas icónicas de Hudson’s Bay, adornadas con bandas de color verde, rojo, amarillo y azul, se han convertido en un símbolo cultural de Canadá. Fundada originalmente para controlar el monopolio del comercio de pieles en gran parte de lo que hoy es el país, la empresa ha sido testigo y protagonista de muchos hitos históricos. Sin embargo, su supervivencia ahora pende de un hilo debido a problemas financieros acumulados durante años.

En el último año fiscal, HBC reportó pérdidas por 330 millones de dólares canadienses (aproximadamente 231 millones de dólares estadounidenses) y enfrenta una deuda acumulada de 1.100 millones de dólares canadienses. A pesar de intentos por refinanciar parte de esta deuda, la compañía no ha logrado asegurar el capital necesario para mantenerse a flote.


Bajo Presión: El Concurso de Acreedores

A principios de marzo, Hudson’s Bay solicitó acogerse al concurso de acreedores, un proceso legal que permite a las empresas reestructurarse o liquidar activos mientras negocian con sus acreedores. Este paso fue visto como un intento desesperado por evitar el colapso total de la empresa, que emplea a 9.364 personas en Canadá.

El proceso de liquidación propuesto incluye la venta de propiedades comerciales e inmobiliarias valiosas, muchas de las cuales están ubicadas en puntos estratégicos de ciudades importantes como Toronto, Vancouver y Montreal. Sin embargo, los analistas advierten que una liquidación apresurada podría reducir significativamente el valor de estos activos.


¿Qué Está en Juego?

Si la liquidación avanza sin que se encuentre un comprador o inversor, el impacto será devastador:

  • Pérdida de empleos: Más de 9.000 empleados en Canadá podrían perder sus trabajos, exacerbando la crisis económica local.
  • Vacíos comerciales: Las tiendas de Hudson’s Bay ocupan espacios comerciales enormes, y su cierre dejaría vacíos difíciles de llenar en centros urbanos y suburbanos.
  • Impacto cultural: La desaparición de Hudson’s Bay sería vista como el fin de una era para muchos canadienses, quienes asocian la marca con su historia y tradiciones.

Un Futuro Incierto

Mientras la empresa lucha por sobrevivir, los observadores señalan que su destino depende en gran medida de la capacidad de Hudson’s Bay para atraer inversores dispuestos a apostar por su legado y potencial inmobiliario. Sin embargo, dado el contexto económico actual —marcado por tensiones comerciales globales, cambios en los hábitos de consumo y la creciente competencia del comercio electrónico—, las posibilidades parecen limitadas.

“Este es un momento decisivo para Hudson’s Bay,” comentó un analista financiero. “O encuentra una solución creativa para reinventarse, o corre el riesgo de convertirse en otra víctima de la transformación del sector minorista.”


Conclusión: El Último Capítulo de una Historia Centenaria

La solicitud de liquidación de activos representa el capítulo final de una saga que ha durado más de 350 años. Aunque Hudson’s Bay sigue siendo optimista sobre la posibilidad de encontrar un salvavidas financiero, la realidad es que su futuro nunca ha estado tan incierto.

El mundo observa cómo evolucionará esta situación, consciente de que el colapso de una empresa tan emblemática no solo afectaría a Canadá, sino que también enviaría una señal alarmante sobre los desafíos que enfrenta el comercio minorista tradicional en la era moderna.

“Esperamos que esta medida sea solo un paso intermedio hacia la recuperación,” concluyó el portavoz de la compañía. “Nuestro objetivo es preservar lo que queda de esta institución histórica y garantizar que pueda seguir contribuyendo a la economía y la cultura canadiense.”

Sin embargo, para muchos, el posible desenlace parece inevitable: el adiós a una de las marcas más icónicas de Canadá.

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