LA MALBAI, Canadá, 13 de marzo.— Los principales diplomáticos del Grupo de los Siete (G7) se reunieron este jueves en un exclusivo resort nevado en La Malbaie, Quebec, en medio de tensiones sin precedentes provocadas por las políticas comerciales y exteriores del presidente estadounidense, Donald Trump. Lo que alguna vez fue un bloque cohesionado ahora enfrenta serias divisiones, especialmente por las medidas proteccionistas de Estados Unidos y su ambigua postura hacia Rusia.


La Guerra Comercial Eclipsa la Agenda del G7

La reunión comenzó apenas minutos después de que Trump lanzara una nueva amenaza comercial: impondrá aranceles del 200% sobre el vino europeo y otros alcoholes si la Unión Europea no retrocede en sus represalias contra los gravámenes estadounidenses al acero y aluminio. Este anuncio exacerbó aún más las tensiones comerciales entre Washington y sus aliados tradicionales.

Las disputas comerciales han generado incertidumbre en las relaciones entre Estados Unidos y sus socios del G7, ya debilitadas por la posición de Trump sobre la guerra en Ucrania. El secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio, enfrentará una serie de críticas mientras se reúne con los ministros de Exteriores de Canadá, Reino Unido, Francia, Alemania, Italia y Japón durante los próximos dos días.

“La paz y la estabilidad están en la cima de nuestra agenda”, declaró la ministra de Exteriores de Canadá, Mélanie Joly, al inicio de las reuniones. Sin embargo, las tensiones comerciales y las políticas de Trump han complicado los esfuerzos por mantener la unidad del grupo.


Trump y Canadá: Una Relación Hostil

La relación entre Trump y Canadá ha sido particularmente tensa. El presidente estadounidense ha intensificado su retórica contra Ottawa, sugiriendo repetidamente que el país debería convertirse en el “51º estado” de Estados Unidos. Además, ha impuesto nuevos aranceles y criticado duramente al liderazgo canadiense.

Joly dejó claro que Canadá no cederá ante las presiones de Trump. Antes de las conversaciones, señaló que plantearía el tema de los aranceles en cada reunión para coordinar una respuesta común con los europeos y presionar a Washington.

“Trump repitió su irrespetuoso comentario del 51º estado”, afirmó Joly, subrayando la frustración de Canadá con las acciones del mandatario estadounidense.

Por su parte, Rubio minimizó estas declaraciones, asegurando que Trump simplemente expresaba una idea que considera beneficiosa para ambos países.

“El G7 no es una reunión sobre cómo vamos a apoderarnos de Canadá”, declaró Rubio, intentando restarle importancia al tema.


Divergencias sobre Rusia

Otro punto de conflicto es la postura de Trump hacia Rusia. Mientras que los miembros del G7 han mantenido una línea dura contra Moscú desde la invasión de Ucrania en 2022, Trump ha abogado por reintegrar a Rusia en el grupo, restaurándolo como el G8. Esta propuesta ha alarmado a los demás miembros, quienes han coordinado sanciones económicas y apoyo militar a Ucrania desde el inicio del conflicto.

Rubio llegó a la reunión tras visitar Arabia Saudí, donde logró un acuerdo preliminar para un alto el fuego de 30 días entre Rusia y Ucrania, pendiente de la aprobación de Moscú. Aunque esta posible victoria podría ofrecer un respiro diplomático, las divergencias sobre cómo manejar a Rusia persisten.

“No queremos emitir declaraciones abrasivas que puedan dañar las negociaciones de paz”, dijo Rubio, defendiendo la postura de Trump. Sin embargo, admitió que todas las sanciones contra Rusia permanecen vigentes.

Esto plantea dudas sobre la capacidad del G7 para emitir una declaración conjunta contundente contra Moscú. Mientras tanto, países como Reino Unido y Francia lideran esfuerzos para establecer una “coalición de los dispuestos” que garantice un futuro alto el fuego en Ucrania, incluso con tropas en el terreno.


Un Bloque Dividido

La unidad del G7, que alguna vez fue sólida, ahora parece frágil. Las tensiones comerciales, las diferencias sobre Rusia y la creciente hostilidad entre Estados Unidos y sus aliados han puesto en riesgo la cohesión del grupo.

La ministra alemana de Exteriores, Annalena Baerbock, destacó la importancia de mantenerse unidos frente a Putin:

“El camino hacia la paz pasa por la fuerza y la unidad —un lenguaje que Putin entiende”, afirmó antes de la reunión.

Sin embargo, la falta de compromiso de Trump con la postura tradicional del G7 ha generado preocupación entre los miembros. Para muchos, la reunión en Canadá representa una prueba crucial de la capacidad del bloque para superar sus divisiones y abordar los desafíos globales.


Conclusión: ¿Hacia Dónde Va el G7?

La reunión del G7 en La Malbaie refleja las profundas grietas que han surgido dentro del grupo debido a las políticas de Trump. Mientras que algunos miembros buscan mantener una postura firme contra Rusia y defender el libre comercio, Estados Unidos parece estar adoptando un enfoque más unilateral e impredecible.

“Esperamos poder trabajar juntos de manera constructiva, pero también reconocemos que hay diferencias significativas”, concluyó Rubio.

El futuro del G7 depende de su capacidad para reconciliar estas diferencias y encontrar un terreno común. Sin embargo, con Trump al frente de Estados Unidos, la tarea parece más difícil que nunca.

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