Colombia Enfrenta a las Disidencias de las FARC: Petro Ordena la “Destrucción” del Grupo Carlos Patiño

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BOGOTÁ, 12 de marzo.— El presidente de Colombia, Gustavo Petro, emitió este miércoles una contundente orden para destruir al grupo Carlos Patiño, una disidencia de las FARC responsable del atentado ocurrido la noche anterior en el departamento del Cauca (suroeste). Este ataque dejó un saldo trágico de cinco militares muertos y 16 heridos, tres de ellos en estado crítico.

En su mensaje publicado en la red social X, Petro calificó al grupo como un «ejército privado de los carteles mexicanos» del narcotráfico que opera en la zona del cañón del Micay, en el Cauca. Según el mandatario, la eliminación de esta estructura criminal es esencial para garantizar la soberanía nacional.

«La destrucción de la columna narcotraficante Carlos Patiño es hoy una orden en pos de la soberanía de Colombia», declaró Petro.


El Atentado en el Cauca

El ataque ocurrió en la zona rural del municipio de Balboa, cuando un convoy militar fue blanco de un artefacto explosivo enterrado en uno de los taludes de la vía. Los soldados estaban en misión para instalar un puente en reemplazo de otro previamente destruido por esa misma guerrilla en la vereda La Hacienda, en el municipio de Argelia.

Las víctimas mortales fueron identificadas como:

  • Sargento viceprimero Harold Alberto Paredes Mena
  • Sargento segundo Yeison Antonio Angulo Mora
  • Soldados Miguel Ángel Lamprea Herrera, Wilder Saraza Álvarez y Raúl García López

Este brutal atentado evidencia la persistencia de la violencia en una región marcada por la presencia de grupos armados ilegales, incluidas las disidencias de las FARC, el Ejército de Liberación Nacional (ELN) y organizaciones dedicadas al narcotráfico.


El Cauca: Un Escenario de Conflicto Permanente

El departamento del Cauca ha sido escenario de constantes ataques que alteran gravemente el orden público. Además del reciente atentado, el pasado jueves 28 policías y un militar fueron secuestrados en los caseríos de El Plateado y La Hacienda, ubicados en los municipios de Argelia y El Tambo. Aunque los secuestrados fueron liberados el sábado por una misión humanitaria, el incidente puso de manifiesto la volatilidad de la región.

El Ministerio del Interior reportó este miércoles que comunidades locales están siendo coaccionadas para actuar en contra de la presencia de la fuerza pública. Según la cartera:

«Resulta inadmisible que las comunidades sean instrumentalizadas con fines ilegales que atentan contra la paz y la tranquilidad de las mismas. El Gobierno nacional reitera su compromiso con el cuidado de la vida de los ciudadanos y ciudadanas en todo el territorio nacional.»


Operación Perseo: ¿Un Fracaso?

El 12 de octubre del año pasado, el Ejército lanzó la Operación Perseo, un despliegue militar masivo que involucró a más de mil soldados con el objetivo de retomar el control de El Plateado, principal bastión del grupo Carlos Patiño, una facción del Estado Mayor Central (EMC), considerada la mayor disidencia de las antiguas FARC. Esta estructura está profundamente vinculada al narcotráfico y mantiene vínculos con cárteles mexicanos.

Sin embargo, cinco meses después, los resultados no han sido los esperados. Las disidencias continúan ejerciendo control sobre la zona y desafiando al Estado, lo que refleja la complejidad del conflicto y la capacidad de adaptación de estos grupos armados.


La Respuesta de Petro: ¿Un Nuevo Enfoque?

La orden emitida por Petro marca un tono más agresivo en su estrategia contra las disidencias. Hasta ahora, el presidente ha abogado por un enfoque de paz total, priorizando diálogos con grupos armados para buscar soluciones políticas. Sin embargo, el reciente atentado parece haber endurecido su postura.

«No vamos a permitir que bandas criminales financiadas por el narcotráfico sigan sembrando el terror en nuestro país», afirmó Petro durante una conferencia de prensa.

El gobierno colombiano enfrenta una difícil encrucijada: cómo equilibrar sus esfuerzos por la paz con la necesidad de garantizar seguridad en regiones afectadas por la violencia.


Conclusión: Un Desafío Persistente

El atentado en el Cauca y la respuesta del gobierno de Petro subrayan la fragilidad de la seguridad en Colombia, especialmente en zonas donde las disidencias de las FARC y otros grupos ilegales mantienen una fuerte presencia. La orden de destruir al grupo Carlos Patiño representa una prueba clave para el Ejército y su capacidad de neutralizar a una estructura criminal altamente organizada.

Mientras tanto, las comunidades locales siguen atrapadas en medio del fuego cruzado, enfrentando coerción y violencia por parte de actores armados. El éxito o fracaso de la ofensiva militar determinará si Colombia puede avanzar hacia una paz duradera o si la violencia continuará siendo una constante en estas regiones.

«El Cauca es un ejemplo claro de los desafíos que enfrentamos. No podemos permitir que el narcotráfico controle nuestras tierras ni que amenace la vida de nuestros soldados y ciudadanos», concluyó Petro.

El mundo observa cómo evoluciona esta situación, consciente de que cualquier paso en falso podría tener implicaciones profundas para la estabilidad de Colombia y la región.

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