TORONTO, 10 de marzo.— Con una trayectoria marcada por éxitos en momentos de crisis económica global, Mark Carney asume ahora el mayor desafío de su carrera: liderar Canadá como primer ministro en un período crítico dominado por tensiones con Estados Unidos y amenazas a la soberanía nacional. Tras ganar el liderazgo del gobernante Partido Liberal, Carney declaró que todo lo que ha vivido hasta ahora le ha preparado para este momento decisivo en la historia del país.
Un Líder Forjado en las Crisis
Nacido hace 59 años en Fort Smith, una remota ciudad del extremo noroeste de Canadá, Carney creció en Edmonton, la capital petrolífera del país. Su formación académica incluye una licenciatura en Economía por la Universidad de Harvard (1988), un máster y un doctorado por la Universidad de Oxford, así como una exitosa carrera en la firma financiera Goldman Sachs.
Sin embargo, su nombre comenzó a resonar entre los canadienses cuando en 2008, en plena crisis financiera global, fue nombrado gobernador del Banco de Canadá. A sus 43 años, se convirtió en el gobernador más joven de un banco central del G7 y del G20.
El Legado en el Banco de Canadá
Durante su mandato, Carney implementó medidas decisivas que muchos expertos atribuyen al éxito de Canadá en evitar los peores efectos de la crisis financiera global. Craig Wright, economista jefe del Royal Bank of Canada, destacó su creatividad y liderazgo:
«Cuando observas parte de la creatividad que ahora está siendo copiada en algunas partes del mundo, como su orientación a futuro y su trabajo en estabilidad financiera, sería difícil encontrar muchos banqueros centrales que hayan hecho un mejor trabajo».
En 2013, Carney dejó el Banco de Canadá para liderar el Banco de Inglaterra, enfrentándose a dos crisis sin precedentes: el Brexit y el inicio de la pandemia de covid-19. Su gestión fue ampliamente elogiada, consolidando su reputación como un líder capaz de navegar tormentas económicas y políticas.
El Regreso a Canadá y la Política
Tras abandonar el Banco de Inglaterra en 2020, Carney ocupó puestos clave en el sector privado y en organismos internacionales, como presidente del consejo de administración de Brookfield Asset Management y enviado especial de la ONU para la Acción Climática y Finanzas. Sin embargo, su regreso a la política siempre parecía inevitable.
Desde hace meses, se especulaba que el entonces primer ministro Justin Trudeau quería que Carney ocupara la cartera de Finanzas. Pero la impopularidad de Trudeau, exacerbada por una rápida inmigración masiva y la dimisión de su mano derecha, Chrystia Freeland, obligaron al primer ministro a anunciar su renuncia en enero de 2024. Esto abrió las puertas para que Carney diera el paso al frente.
Una Nueva Crisis: Trump y los Aranceles
Ahora, como líder del Partido Liberal y próximo primer ministro, Carney enfrenta una crisis sin precedentes para Canadá. Los aranceles impuestos por el presidente estadounidense Donald Trump amenazan con provocar una grave recesión en el país, mientras las provocaciones sobre la posible anexión de Canadá han dejado de ser meras bromas.
Carney ha declarado que su experiencia en gestión de crisis y negociación será crucial para enfrentar estos desafíos. Utilizando una analogía del hockey sobre hielo, el deporte nacional de Canadá, advirtió que el país está listo para defenderse:
«No buscamos esta pelea. Pero los canadienses siempre están listos cuando alguien se quita los guantes. Así que los estadounidenses no deberían equivocarse porque en el comercio, como en el hockey, Canadá ganará».
Además, Carney fue enfático al rechazar cualquier intento de integración con Estados Unidos:
«Canadá nunca será parte de Estados Unidos, de ninguna forma».
El Desafío de Sustituir a Trudeau
La tarea de Carney no solo es gestionar la crisis económica y política, sino también hacer olvidar a Justin Trudeau, cuya popularidad decayó significativamente en los últimos años. Mientras Trudeau deja un legado de avances sociales y políticas progresistas, también deja desafíos pendientes, como la integración de millones de inmigrantes y la relación tensa con Washington.
Carney, respaldado por una victoria aplastante dentro del Partido Liberal (85,9% de los votos), tiene la oportunidad de reinventar al partido y liderar a Canadá hacia un futuro más estable y próspero. Sin embargo, su éxito dependerá de su habilidad para:
- Negociar con Trump: Enfrentar las amenazas comerciales y territoriales de Estados Unidos.
- Estabilizar la economía: Mitigar el impacto de los aranceles y evitar una recesión.
- Unir al país: Superar las divisiones internas y construir un consenso nacional frente a las adversidades externas.
Un Líder para Tiempos Difíciles
Mark Carney llega al poder en uno de los momentos más desafiantes de la historia reciente de Canadá. Con una trayectoria probada en la gestión de crisis y una visión clara de los valores canadienses, Carney parece estar preparado para enfrentar los retos que se avecinan. Sin embargo, su capacidad para liderar al país en medio de tensiones geopolíticas y económicas determinará no solo su legado, sino también el futuro de Canadá como nación soberana y próspera.
«En una situación como esta, se necesita experiencia en términos de gestión de crisis, se necesitan capacidades de negociación», afirmó Carney tras su victoria.
Con estas palabras, el nuevo líder liberal ha dejado claro que está dispuesto a luchar por Canadá, tanto en el ámbito económico como en el político. Ahora, el mundo observa cómo Carney manejará esta crisis sin precedentes y si logrará salir airoso, como lo ha hecho en cada etapa de su carrera.