WASHINGTON/OTTAWA, 3 de marzo.- Los aranceles impuestos por el gobierno de Donald Trump a productos canadienses y mexicanos están programados para entrar en vigor mañana, marcando el inicio de una guerra comercial sin precedentes en América del Norte. Aunque inicialmente anunciados el 1 de febrero, los gravámenes fueron retrasados 30 días tras conversaciones entre Trump y el primer ministro canadiense, Justin Trudeau, y una promesa de Ottawa de implementar nuevas medidas de seguridad fronteriza.
Sin embargo, las negociaciones no lograron evitar la imposición de estos devastadores aranceles, que tienen como objetivo, según Trump, detener la “migración ilegal” y combatir el contrabando de opioides hacia Estados Unidos. En respuesta, los gobiernos canadienses a nivel nacional y provincial han elaborado planes de represalia para enfrentar lo que consideran una medida injusta e inaceptable.
Respuesta Nacional: Contraaranceles Inmediatos
El primer ministro Justin Trudeau anunció una serie de contraaranceles significativos como respuesta directa a los gravámenes estadounidenses. Estas medidas incluyen:
- Un arancel de represalia del 25% sobre productos estadounidenses, afectando bienes por un valor de 30 mil millones de dólares a partir del día en que entren en vigor los aranceles.
- Tres semanas después, se aplicarán aranceles generalizados sobre productos estadounidenses por un valor total de 125 mil millones de dólares.
Los productos afectados incluyen:
- Bebidas alcohólicas: cerveza, vino y bourbon.
- Alimentos: frutas, jugos de frutas y verduras.
- Productos de consumo: electrodomésticos, muebles y artículos deportivos.
- Materiales industriales: madera y plástico.
Estos contraaranceles buscan presionar económicamente a EE.UU. mientras protegen los intereses canadienses.
Respuestas Provinciales: Acciones Coordinadas y Divergencias
Ontario: Retiro Masivo de Productos Estadounidenses
El primer ministro de Ontario, Doug Ford, ha tomado medidas drásticas al anunciar que las licorerías provinciales retirarán todos los productos estadounidenses de sus estantes. Esto incluye eliminarlos del catálogo de la LCBO (Liquor Control Board of Ontario), el mayorista de alcohol más grande de la provincia, lo que afectará casi mil millones de dólares en ventas anuales.
Ford también canceló un acuerdo de 100 millones de dólares con Starlink, propiedad de Elon Musk, que habría proporcionado Internet de alta velocidad a áreas rurales y remotas de Ontario. Este movimiento refleja la postura firme de Ford contra las políticas comerciales de Trump.
Otros líderes provinciales, como los de Nueva Escocia, la Isla del Príncipe Eduardo, Terranova y Labrador, Quebec y Manitoba, han seguido el ejemplo de Ontario al reducir la venta de productos estadounidenses en sus licorerías.
Columbia Británica: Priorización de Productos Canadienses
El primer ministro de Columbia Británica, David Eby, ordenó a la sucursal provincial de distribución de licores que deje de comprar productos estadounidenses, especialmente de estados gobernados por republicanos. Además, instó a las corporaciones de la Corona a priorizar bienes y servicios canadienses sobre sus contrapartes estadounidenses.
Esta estrategia busca fortalecer la economía local y reducir la dependencia de productos estadounidenses.
Alberta: Enfoque Diplomático
En contraste con otras provincias, la primera ministra de Alberta, Danielle Smith, ha adoptado un enfoque más diplomático. En un mensaje publicado en redes sociales, Smith instó a evitar medidas de represalia y promovió continuar trabajando con la administración estadounidense para revertir los aranceles.
“Nos oponemos enérgicamente a estas medidas económicas, pero creemos que un enfoque diplomático es la mejor manera de resolver este conflicto”, declaró Smith.
Este enfoque refleja una divergencia significativa dentro de Canadá sobre cómo responder a los aranceles.
Nueva Escocia: Restricciones a Empresas Estadounidenses
El primer ministro de Nueva Escocia, Tim Houston, anunció que su provincia limitará el acceso a compras gubernamentales para empresas estadounidenses y buscará oportunidades para cancelar contratos existentes con compañías de EE.UU. Además, duplicará los peajes para vehículos comerciales procedentes de Estados Unidos, aumentando los costos para los transportistas estadounidenses.
Impacto Económico y Político
La imposición de aranceles por parte de Trump ha generado tensiones significativas en las relaciones entre EE.UU., Canadá y México. Mientras que Ottawa ha respondido con medidas contundentes, el impacto económico podría ser devastador para ambos lados de la frontera. Las industrias agrícolas, manufactureras y de bebidas alcohólicas son particularmente vulnerables.
Además, la respuesta fragmentada dentro de Canadá —con algunas provincias adoptando medidas agresivas y otras buscando soluciones diplomáticas— refleja la complejidad de abordar un conflicto comercial de esta magnitud.
Conclusión: Un Futuro Incierto
La guerra comercial desatada por los aranceles de Trump amenaza con alterar profundamente las economías de América del Norte. Si bien Canadá ha mostrado unidad en su respuesta nacional, las diferencias provinciales podrían complicar aún más la situación.
El resultado final dependerá de si las medidas de represalia logran ejercer suficiente presión sobre EE.UU. para revertir los aranceles o si las negociaciones diplomáticas pueden encontrar una solución antes de que el daño económico sea irreversible. Por ahora, América del Norte enfrenta una crisis comercial que podría tener repercusiones globales.