SANTA FE, Nuevo México, 27 feb.- El mundo del cine está de luto tras la noticia del fallecimiento del legendario actor estadounidense Gene Hackman, ganador de dos premios Óscar y uno de los intérpretes más versátiles y respetados de Hollywood. Hackman, de 95 años, fue hallado muerto junto a su esposa, la pianista clásica Betsy Arakawa, de 63 años, y su perro en su residencia de Santa Fe, Nuevo México. Las circunstancias de su muerte aún no han sido reveladas, pero las autoridades locales confirmaron que están llevando a cabo una investigación preliminar.
Un Descubrimiento Trágico
La policía local informó el miércoles por la noche que se encontraba en medio de una investigación para determinar las causas del fallecimiento de la pareja. “Estamos en medio de una investigación preliminar de muerte, esperando la aprobación de una orden de registro”, declaró un portavoz policial. Aunque no se han proporcionado detalles adicionales, las autoridades aseguraron a la comunidad que “no hay peligro inmediato para nadie”.
Hackman, cuyo nombre real era Eugene Allen Hackman, cumplió 95 años el pasado 30 de enero. Su vida estuvo marcada por una infancia difícil, con la pérdida temprana de sus padres, y una carrera cinematográfica legendaria que lo convirtió en un ícono del cine estadounidense. Betsy Arakawa, su segunda esposa, fue una figura clave en sus últimos años, apoyándolo en su transición hacia la escritura y compartiendo con él una vida tranquila en Santa Fe.
Una Carrera Legendaria
Gene Hackman alcanzó la fama gracias a su capacidad para interpretar personajes complejos y memorables. Entre sus papeles más icónicos destacan:
- Jimmy “Popeye” Doyle en The French Connection (1971):
Por este papel, Hackman ganó su primer Óscar como Mejor Actor. La película, dirigida por William Friedkin, es recordada por su icónica persecución automovilística en las calles de Nueva York. - Sheriff “Little Bill” Daggett en Unforgiven (1992):
Interpretó al brutal sheriff en el wéstern dirigido por Clint Eastwood, lo que le valió un segundo Óscar, esta vez como Mejor Actor de Reparto. - Harry Caul en The Conversation (1974):
En este thriller psicológico de Francis Ford Coppola, Hackman encarnó a un experto en vigilancia atrapado en una crisis moral. - Royal Tenenbaum en The Royal Tenenbaums (2001):
Su interpretación del excéntrico patriarca de una familia disfuncional le otorgó un Globo de Oro y consolidó su lugar en el cine independiente.
Hackman participó en más de 80 películas a lo largo de cinco décadas, trabajando con directores como Clint Eastwood, Francis Ford Coppola, Alan Parker y Wes Anderson. Su estilo natural y su habilidad para encarnar tanto héroes como villanos lo convirtieron en uno de los actores más respetados de su generación.
De Raíces Humildes a la Cima del Cine
Nacido en San Bernardino, California, durante la Gran Depresión, Hackman creció en Danville, Illinois, enfrentando múltiples desafíos desde joven. Su padre lo abandonó cuando tenía 13 años, y su madre murió en un incendio antes de que él alcanzara el éxito. A los 16 años, mintió sobre su edad para alistarse en la Marina de EE.UU., una experiencia que describió como difícil pero formativa.
Tras dejar el ejército, Hackman exploró diversos oficios antes de descubrir su vocación en la actuación. Estudió en la Pasadena Playhouse en California, donde fue considerado “poco prometedor” junto a su amigo Dustin Hoffman. Sin embargo, su perseverancia lo llevó a Broadway y, eventualmente, al cine.
Vida en Santa Fe: Retiro y Escritura
En las últimas décadas de su vida, Hackman eligió retirarse de la actuación para dedicarse a la escritura y la pintura. Se mudó a Santa Fe, Nuevo México, en la década de 1980, buscando una vida tranquila lejos de los reflectores de Hollywood. Allí, colaboró activamente con la comunidad cultural, siendo miembro del consejo del Museo Georgia O’Keeffe en la década de 1990.
Hackman publicó varias novelas, incluyendo Wake of the Perdido Star (1999) y Payback at Morning Peak (2010). Su esposa, Betsy Arakawa, fue una pianista clásica que lo acompañó en su transición creativa y ayudó a diseñar su hogar, que fue destacado en Architectural Digest en 1990.
Un Matrimonio Sólido y una Familia Compleja
Hackman estuvo casado previamente con Faye Maltese, con quien tuvo tres hijos: Christopher, Elizabeth y Leslie. La pareja se divorció en 1986 después de 30 años de matrimonio. En una entrevista en 2000, Hackman reconoció que fue difícil para sus hijos crecer bajo la sombra de su éxito. “No podía estar siempre en casa con ellos cuando crecían, y luego, viviendo en California, mi éxito siempre estuvo presente en sus vidas”, dijo.
Con Betsy Arakawa, a quien conoció en un gimnasio en 1991, Hackman encontró un compañerismo sólido. La pareja compartía su amor por la música, el arte y la vida tranquila en Santa Fe. Arakawa fue fundamental en su vida, apoyándolo en su transición hacia la escritura y brindándole estabilidad emocional.
El Legado de Gene Hackman
Hackman evitó el estrellato tradicional de Hollywood, priorizando la calidad de sus interpretaciones sobre la fama. “Fui entrenado para ser actor, no una estrella”, declaró en una ocasión. Su estilo natural y su capacidad para encarnar personajes comunes con profundidad lo convirtieron en un referente del cine estadounidense.
A lo largo de su carrera, Hackman recibió numerosos reconocimientos, incluidos dos Óscar, tres Globos de Oro y dos premios BAFTA. Evitaba ver sus propias películas, confesando en una entrevista: “Me cuesta mucho emocionalmente verme en la pantalla”.
El Misterio de su Muerte
Las circunstancias que rodean el fallecimiento de Hackman, su esposa y su perro siguen siendo un misterio. Las autoridades aún no han revelado si se trata de un caso de muerte natural, accidente o algo más grave. Lo cierto es que su partida deja un vacío irreparable en el mundo del cine y en la comunidad de Santa Fe, donde era ampliamente respetado.
Conclusión: Un Ícono Inolvidable
Gene Hackman será recordado no solo por su talento excepcional, sino también por su humildad y dedicación al arte de la actuación. Su vida, marcada por la adversidad y el triunfo, inspiró a generaciones de actores y cineastas. Aunque su voz ya no resonará en las pantallas, su legado perdurará en las innumerables películas que definen la historia del cine.
El mundo dice adiós a un gigante del séptimo arte, pero su obra seguirá viva en el corazón de quienes aman el cine.