WASHINGTON, 20 feb.- El gobierno de Estados Unidos, bajo la administración de Donald Trump, ha congelado de manera indefinida las solicitudes migratorias de miles de personas que llegaron al país a través de programas humanitarios creados durante el mandato de su predecesor, Joe Biden. Estos programas beneficiaban principalmente a ciudadanos de varios países de Latinoamérica y Ucrania, según reveló este miércoles (19.02.2025) un documento interno del Departamento de Seguridad Nacional (DHS) difundido por la cadena CBS.
¿Qué Programas Se Ven Afectados?
La decisión impacta directamente a los beneficiarios de tres programas clave:
- CHNV (Cuba, Haití, Nicaragua y Venezuela):
Este programa permitió la entrada legal de miles de ciudadanos de estos cuatro países, otorgándoles un permiso temporal de dos años para vivir y trabajar en EE.UU. Más de 500.000 personas ingresaron al país bajo este beneficio desde su implementación a finales de 2022. - Unidos por Ucrania:
Diseñado específicamente para ciudadanos ucranianos que huían de la guerra, este programa ofrecía un “parole humanitario” que permitía a los solicitantes residir y trabajar temporalmente en Estados Unidos. - Proceso de Reunificación Familiar:
Este proceso beneficiaba a ciudadanos de Cuba, Ecuador y Colombia, permitiéndoles reunirse con familiares ya establecidos en EE.UU. mientras esperaban la resolución de sus casos migratorios.
En total, más de 800.000 personas ingresaron a Estados Unidos bajo estos programas, que buscaban proporcionar una vía legal y segura para migrar, reduciendo así la presión sobre las fronteras y evitando travesías peligrosas.
Congelación de Solicitudes Pendientes
Además de detener los beneficios para quienes ya están en el país, el gobierno también ordenó congelar las aplicaciones pendientes de quienes buscaban inscribirse en estos programas. Esto significa que miles de personas que esperaban obtener el permiso para viajar a EE.UU. ahora enfrentan una incertidumbre significativa sobre su futuro.
La medida se produce un mes después de que Trump, apenas unas horas después de asumir la presidencia, decidiera poner fin al programa CHNV para cubanos, haitianos, nicaragüenses y venezolanos. Según funcionarios de la administración Biden, estos programas fueron diseñados para ofrecer una entrada legal al país, permitiendo a los migrantes acceder posteriormente a otros beneficios migratorios, como el Estatus de Protección Temporal (TPS) o el asilo.
Preocupaciones de Fraude y Seguridad Nacional
El gobierno justificó la decisión argumentando supuestas preocupaciones sobre fraude y seguridad nacional en el sistema actual para adjudicar beneficios migratorios. Sin embargo, no se han proporcionado detalles específicos sobre casos de fraude o amenazas identificadas que respalden esta medida.
Esta justificación ha generado críticas de organizaciones defensoras de los derechos de los inmigrantes, que señalan que la congelación de estas solicitudes deja a cientos de miles de personas en un limbo legal, vulnerables a la deportación y sin acceso a servicios básicos.
Impacto en los Beneficiarios Actuales
La nueva directriz del DHS amenaza con dejar en una situación precaria a las personas que ya están en EE.UU. bajo el amparo del “parole humanitario”. Muchas de ellas están en medio de procesos migratorios que ahora podrían quedar suspendidos indefinidamente, lo que aumenta la incertidumbre sobre su estatus legal y su capacidad para trabajar o acceder a beneficios sociales.
Para los beneficiarios de Unidos por Ucrania, la medida es particularmente preocupante, dado que muchos de ellos huyeron de conflictos armados y dependen de este programa para reconstruir sus vidas en un entorno seguro.
Reacciones y Contexto Político
La decisión refleja un cambio radical en la política migratoria de EE.UU., pasando de un enfoque más inclusivo bajo la administración Biden a una postura mucho más restrictiva bajo Trump. Durante su primer mandato (2017-2021), Trump ya había implementado medidas estrictas contra la inmigración, incluida la construcción del muro fronterizo con México y la eliminación de programas como el DACA (Acción Diferida para los Llegados en la Infancia).
Organizaciones defensoras de los derechos humanos han criticado duramente la medida, argumentando que deja a miles de personas en una situación de vulnerabilidad extrema. Por otro lado, sectores conservadores aplauden la decisión, afirmando que es necesaria para proteger la seguridad nacional y garantizar un sistema migratorio justo y controlado.
Conclusión: Una Decisión con Consecuencias Profundas
La congelación de las solicitudes migratorias de estos programas humanitarios representa un giro significativo en la política migratoria de EE.UU. y podría tener repercusiones graves para cientos de miles de personas que dependen de estos beneficios para permanecer en el país.
Mientras tanto, el gobierno de Trump enfrentará presiones tanto internas como externas para justificar esta medida y abordar las preocupaciones sobre el impacto humanitario. Para los afectados, la incertidumbre sigue siendo la constante, mientras esperan una resolución que podría tardar meses o incluso años en llegar.
Este episodio subraya la importancia de encontrar soluciones migratorias sostenibles y equitativas que equilibren las necesidades de seguridad nacional con los principios de compasión y derechos humanos que históricamente han definido a Estados Unidos.