TEGUCIGALPA, 18 feb.- La presidenta de Honduras, Xiomara Castro, anunció este martes un acuerdo con la Administración de los Estados Unidos para mantener vigente el tratado bilateral de extradición, apenas diez días antes de que el acuerdo expirara. La decisión llega tras semanas de tensiones diplomáticas marcadas por las denuncias de Castro sobre supuestas “injerencias” estadounidenses en asuntos internos del país centroamericano.
El Anuncio de Xiomara Castro
En un mensaje publicado en su cuenta de X (antes Twitter), la mandataria hondureña destacó que el acuerdo incluye “las salvaguardas necesarias para el Estado de Honduras”, garantizando una aplicación objetiva del tratado.
“Anuncio que he llegado a un acuerdo con la nueva administración de los Estados Unidos para que el Tratado de Extradición continúe con las salvaguardas necesarias para el Estado de Honduras, garantizando su aplicación objetiva”, declaró Castro.
Además, subrayó que ha asegurado “el respeto a la integridad de las Fuerzas Armadas”, institución clave en la defensa de la soberanía nacional y la seguridad del proceso electoral democrático que vive Honduras.
El Contexto de la Denuncia del Tratado
El pasado 28 de agosto, la presidenta Castro denunció el tratado de extradición con Estados Unidos, argumentando preocupaciones sobre posibles usos políticos del mecanismo, especialmente en el contexto de las elecciones primarias del 9 de marzo y las generales del 30 de noviembre. Esta decisión provocó fuertes reacciones, particularmente de sectores que temían que la medida abriera una vía libre para que narcotraficantes operaran con impunidad en el país.
El canciller hondureño, Eduardo Enrique Reina, explicó que la extradición es una herramienta “muy importante”, pero que su principal preocupación era evitar que se utilizara con fines políticos, especialmente durante el proceso electoral. “Es una herramienta útil, nuestra preocupación es que no se use para temas políticos sobre todo en términos electorales”, afirmó Reina en declaraciones previas al anuncio.
La Tensión con la Embajadora de EE.UU.
La decisión inicial de denunciar el tratado también estuvo vinculada a las críticas de la embajadora de Estados Unidos en Tegucigalpa, Laura Dogu, quien expresó “preocupación” por la visita del jefe del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas de Honduras, general Roosevelt Hernández, a Venezuela. El militar acompañó al entonces secretario de Defensa, José Manuel Zelaya, en una reunión con el ministro de Defensa venezolano, Vladimir Padrino López, sancionado internacionalmente.
Castro interpretó estas críticas como una injerencia inaceptable en los asuntos internos de Honduras, lo que llevó a cuestionar la relación bilateral y, eventualmente, a denunciar el tratado de extradición.
Un Acuerdo con Salvaguardas
Con el nuevo acuerdo, el Gobierno hondureño busca equilibrar la cooperación internacional en materia de seguridad con la protección de su soberanía y el respeto a sus instituciones. Según Castro, el tratado continuará vigente bajo condiciones que aseguren su uso exclusivo para fines legítimos y no políticos.
Este desarrollo refleja un esfuerzo por desactivar tensiones diplomáticas mientras Honduras enfrenta desafíos significativos en materia de seguridad y gobernanza. El país sigue siendo una ruta clave para el tráfico de drogas hacia Estados Unidos, lo que hace que la extradición sea una herramienta crucial en la lucha contra el crimen organizado.
Reacciones y Perspectivas Futuras
El anuncio fue recibido con alivio por sectores que temían que la suspensión del tratado debilitara la cooperación bilateral en seguridad. Sin embargo, persisten interrogantes sobre cómo se implementarán las salvaguardas acordadas y si estas serán suficientes para evitar controversias futuras.
Para Castro, el acuerdo representa una victoria diplomática que permite proteger los intereses nacionales mientras mantiene una relación constructiva con Washington. No obstante, el episodio subraya la delicada balanza que enfrenta Honduras entre garantizar su soberanía y cumplir con compromisos internacionales en un contexto político y electoral complejo.
Conclusión: Un Paso Hacia la Estabilidad
El acuerdo alcanzado entre Honduras y Estados Unidos demuestra la voluntad de ambas partes por superar diferencias y fortalecer la cooperación en materia de seguridad. Sin embargo, el éxito del tratado dependerá de su implementación transparente y objetiva, así como de la capacidad de ambos países para respetar los límites de la soberanía hondureña.
Mientras tanto, Honduras avanza hacia unas elecciones cruciales que definirán su futuro político. En este contexto, el tratado de extradición será una herramienta clave para combatir el crimen organizado, siempre y cuando se utilice de manera justa y sin interferencias indebidas.