CARACAS, 18 feb.- La situación humanitaria y política en torno a la residencia de la Embajada de Argentina en Caracas, donde permanecen asilados cinco opositores venezolanos desde marzo de 2024, se ha agravado tras el colapso de la planta eléctrica que suministraba energía al lugar. Este hecho fue denunciado este martes por la Plataforma Unitaria Democrática (PUD), la mayor coalición antichavista del país, en un comunicado emitido por el Comando Con Venezuela, liderado por la destacada opositora María Corina Machado.


La Emergencia Energética

Según el comunicado, la madrugada de este martes dejó de funcionar la planta eléctrica que mantenía con energía la residencia diplomática desde noviembre del año pasado. La PUD aseguró que el generador había operado “con racionamiento durante los últimos tres meses”, luego de que la estatal Corporación Eléctrica Nacional (Corpoelec) retirara los fusibles de la sede argentina.

“Esta situación de emergencia amerita una reacción y solución inmediata, considerando que de esa planta eléctrica depende la conservación de los alimentos que con severas restricciones les han permitido ingresar”, advirtió la coalición opositora. Además, exigieron que se devuelvan los fusibles para garantizar el suministro eléctrico continuo en la embajada.

Los cinco refugiados —Magalli Meda, Claudia Macero, Ómar González, Pedro Urruchurtu y Humberto Villalobos, todos colaboradores cercanos de Machado— enfrentan condiciones precarias desde que las autoridades venezolanas intensificaron lo que ellos describen como un “asedio policial” en noviembre pasado. Este bloqueo incluye restricciones al acceso de alimentos, medicinas y otros suministros básicos.


Un Llamado Urgente a la Comunidad Internacional

El Comando Con Venezuela reiteró su llamado a la comunidad internacional y al cuerpo diplomático acreditado en Venezuela para “interceder urgentemente” por los refugiados. Los cinco opositores fueron acusados por la Fiscalía venezolana de los presuntos delitos de conspiración y traición a la patria, cargos que han sido ampliamente criticados por sectores políticos y organizaciones internacionales como parte de una estrategia de persecución política contra la disidencia.

La PUD pidió la emisión de salvoconductos que permitan a los refugiados “salir con seguridad” del país. Hasta diciembre de 2024, otro opositor, el exministro Fernando Martínez Mottola, también permanecía asilado en la residencia diplomática. Sin embargo, Martínez Mottola decidió presentarse voluntariamente ante la Fiscalía para declarar sobre supuestos “hechos violentos, conspirativos y desestabilizadores” atribuidos a actividades desarrolladas desde la sede tras las elecciones presidenciales de julio.


Brasil Custodia Intereses Argentinos

Desde agosto de 2024, Brasil asumió la protección de la Embajada de Argentina en Caracas, después de que el gobierno de Nicolás Maduro expulsara al cuerpo diplomático argentino. Aunque Venezuela revocó esta autorización un mes después, la Cancillería brasileña informó que seguirá custodiando los intereses de Argentina hasta que el país austral designe a otro Estado aceptable para la administración de Maduro.

Este rol de Brasil ha sido crucial para mantener cierta neutralidad diplomática en medio de la crisis. Sin embargo, las tensiones persisten debido a las condiciones de vida de los refugiados y la falta de garantías para su seguridad.


Una Crisis Humanitaria y Política

El caso de los refugiados en la residencia diplomática argentina es emblemático de la represión política que enfrentan los opositores al régimen de Maduro. Desde noviembre, los asilados han denunciado un “asedio” policial que incluye vigilancia constante, restricciones al acceso de suministros y cortes de servicios básicos como el agua y la electricidad.

El colapso de la planta eléctrica no solo agrava las condiciones de vida de los refugiados, sino que también pone en evidencia la vulnerabilidad de las misiones diplomáticas en Venezuela. Para la oposición, este episodio refuerza la necesidad de una intervención internacional urgente que garantice la integridad física y los derechos humanos de los asilados.


Conclusión: Un Grito de Auxilio

La situación en la residencia de la Embajada de Argentina en Caracas ilustra la compleja intersección entre la crisis política y humanitaria en Venezuela. Los cinco opositores asilados enfrentan condiciones extremas mientras la comunidad internacional observa con preocupación.

La exigencia de la PUD de restablecer el suministro eléctrico y otorgar salvoconductos refleja una lucha por la supervivencia y la libertad en un contexto marcado por la polarización y la represión. Mientras tanto, la comunidad internacional y los organismos de derechos humanos tienen la responsabilidad de actuar para evitar que esta crisis derive en una tragedia mayor.

El tiempo apremia, y la respuesta diplomática será clave para resolver una situación que podría escalar rápidamente si no se toman medidas inmediatas.

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