Toronto, 24 ene. El primer ministro saliente de Canadá, Justin Trudeau, alertó este jueves que los consumidores estadounidenses enfrentarán precios más altos si el expresidente Donald Trump cumple su amenaza de imponer aranceles del 25% sobre los productos canadienses, a partir del próximo 1 de febrero.

Trump reiteró su intención de aplicar estos aranceles generalizados, una propuesta que ha estado en su agenda desde su primer mandato. Trudeau respondió desde Ottawa que Canadá adoptará represalias equivalentes, lo que afectará directamente a los costos de productos esenciales en Estados Unidos.

Impacto en mercados clave

La posible imposición de aranceles por parte de Trump podría desestabilizar sectores estratégicos como el automotriz, la madera y el petróleo. Canadá, principal proveedor de petróleo de Estados Unidos, abastece casi una cuarta parte del consumo diario del país. Según Danielle Smith, primera ministra de Alberta, los precios de la gasolina en algunos estados estadounidenses podrían superar el dólar por galón si los aranceles al crudo canadiense entran en vigor.

Además de petróleo, Canadá es un socio clave en la exportación de 34 minerales y metales críticos, junto con acero, aluminio y uranio, bienes esenciales para la economía estadounidense. Trudeau destacó que “Estados Unidos debería trabajar aún más con Canadá en nuestra energía y minerales críticos”, sugiriendo que la cooperación sería más beneficiosa que los conflictos comerciales.

Aranceles de represalia y respuesta canadiense

Si Trump cumple su amenaza, Canadá está considerando medidas de represalia, incluyendo gravámenes sobre productos estadounidenses como jugo de naranja, inodoros y acero. Este enfoque recuerda las sanciones impuestas en 2018, cuando Canadá respondió con miles de millones de dólares en aranceles tras los impuestos estadounidenses al acero y aluminio.

“Todo está sobre la mesa”, afirmó Trudeau, admitiendo que estas acciones no solo perjudicarán a Canadá, sino también a los consumidores estadounidenses, quienes asumirán los costos adicionales.

Déficit comercial y tensiones fronterizas

Trump ha señalado erróneamente un supuesto déficit comercial de 200.000 millones de dólares con Canadá, afirmando que esto justifica la imposición de aranceles. Sin embargo, Trudeau refutó estas afirmaciones, calificándolas de incorrectas, y enfatizó que la relación comercial entre ambas naciones es fundamental: más de 3.600 millones de dólares en bienes y servicios cruzan la frontera diariamente, y Canadá es el principal destino de exportación para 36 estados de Estados Unidos.

Trump también expresó preocupaciones sobre el tráfico de fentanilo y la migración ilegal desde Canadá, aunque Trudeau aseguró que menos del 1% de las drogas ilegales y migrantes que ingresan a Estados Unidos provienen de Canadá. A pesar de ello, Canadá ha invertido más de 1.000 millones de dólares en reforzar la seguridad fronteriza.

Un llamado a la cooperación

Trudeau reiteró que su prioridad es evitar una escalada comercial, pero advirtió que su gobierno está listo para actuar con firmeza si es necesario. “Estamos dispuestos a responder de manera fuerte, pero también buscamos resolver esta situación lo antes posible”, concluyó el primer ministro.

La relación entre Estados Unidos y Canadá enfrenta así un nuevo reto, poniendo en juego no solo el comercio bilateral, sino también los intereses económicos de millones de ciudadanos en ambos países.

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