LIMA, 24 ene. El gobierno peruano informó el viernes que más de 200 organizaciones criminales operan en Lima, contribuyendo a una creciente ola de violencia que ha dejado al menos 123 muertos y 26 ataques con explosivos en lo que va del año.
“En Lima Norte tenemos 70 organizaciones criminales disputándose el control territorial, en Lima Este más de 100 y en Lima Oeste un número similar. En total, la policía ha identificado más de 200 organizaciones criminales solo en la ciudad de Lima”, declaró el ministro del Interior, Juan Santiváñez, en conferencia de prensa. Con una población de 10 millones de personas, Lima concentra casi un tercio de los habitantes del país.
Esta cifra, revelada por primera vez, refleja la magnitud del problema que enfrenta Perú. El primer ministro, Gustavo Adrianzén, reconoció que el país atraviesa una “ola criminal” que supera a veces el control policial. Por su parte, la presidenta Dina Boluarte señaló en el Foro Económico Mundial que la lucha contra el crimen organizado no puede resolverse “de la noche a la mañana”.
Bandas criminales diversificadas y tácticas violentas
Según la policía, muchas de estas bandas cambian de nombre y actividades para evitar ser rastreadas. “Unos se hacen llamar Los Injertos, luego Los Dinamiteros, después Los Mexicanos… aunque parecen muchas bandas, en realidad son los mismos grupos que ya hemos identificado”, explicó Franco Moreno, jefe de la División de Investigación de Secuestros.
La violencia alcanzó un nuevo nivel el lunes con la explosión de dinamita frente a la sede de la fiscalía en La Libertad, el primer ataque con explosivos a una institución pública en años. Días después, la policía desactivó una granada frente a una cárcel en Lima, junto a una nota que amenazaba con explotar la prisión si no cesaban los abusos contra un interno.
Escalada de asesinatos y extorsión
Entre el 1 y el 21 de enero, se registraron 123 asesinatos con armas de fuego, mientras que los ataques con explosivos sumaron 26, según cifras policiales. Además, la extorsión ha aumentado drásticamente en los últimos años, con 4,119 denuncias en 2021 frente a 19,401 en 2023.
El jefe policial Víctor Zanabria alertó que incluso los agentes de seguridad temen por sus vidas. En 2024, 23 policías fueron asesinados, lo que ha llevado a algunos a usar chalecos antibalas como medida preventiva.
El gobierno peruano enfrenta una creciente presión para frenar la inseguridad en el país, mientras los ciudadanos exigen medidas más efectivas para combatir el crimen organizado.