BOGOTÁ, 17 enero.- Los diálogos de paz entre el gobierno colombiano y la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN) quedaron suspendidos el viernes tras los actos de violencia en la región del Catatumbo, que han cobrado varias vidas. “Lo que ha cometido el ELN en el Catatumbo son crímenes de guerra. Se suspende el proceso de diálogo con este grupo, el ELN no tiene ninguna voluntad de paz”, declaró el presidente Gustavo Petro en X.
Esta es la segunda interrupción de las negociaciones desde su inicio en noviembre de 2022. La primera ocurrió en septiembre tras un ataque del ELN contra una unidad militar que dejó tres uniformados muertos. Aunque ambas partes habían intentado reconstruir el proceso, un encuentro planeado para enero no se concretó.
En el Catatumbo, una región estratégica fronteriza con Venezuela y con alta presencia de cultivos de hoja de coca, se desató una disputa armada entre el ELN y una disidencia de las FARC. Según la Agencia para la Reincorporación y Normalización, al menos cuatro firmantes del acuerdo de paz de 2016 han sido asesinados durante los enfrentamientos recientes. Entre las víctimas confirmadas está una familia asesinada el miércoles mientras se desplazaba en un vehículo.
El gobierno colombiano ha señalado al ELN de cometer acciones coordinadas contra la población civil y excombatientes, lo que llevó al ejército a desplegar una operación militar en la zona desde el jueves para proteger a civiles amenazados.
Elizabeth Dickinson, analista de International Crisis Group, indicó que la tensión en el Catatumbo se ha intensificado por el crecimiento de las tropas de la disidencia de las FARC, que amenaza la influencia del ELN. “Lo que veo es que el ELN está intentando provocar el reinicio de una recurrente confrontación en esta zona del país que puede tener consecuencias violentas para la población”, afirmó.
La suspensión de los diálogos refleja una nueva crisis en la política de “paz total” del presidente Petro, quien busca frenar la violencia a través de negociaciones con varios grupos armados. Sin embargo, expertos advierten que el desafío principal es evitar el deterioro rápido de la situación nacional.