TEL AVIV, 17 enero.- El gabinete de seguridad de Israel aprobó este viernes un acuerdo de alto el fuego y liberación de rehenes mediado por Qatar, Egipto y Estados Unidos, según informó la oficina del primer ministro Benjamin Netanyahu. El pleno del gobierno israelí discutirá ahora el pacto para su ratificación final.

El acuerdo, cuya implementación podría comenzar este domingo, contempla la liberación de 33 rehenes israelíes retenidos en Gaza, incluyendo mujeres, niños y ancianos, a cambio de prisioneros palestinos. Además, establece un cese inicial de hostilidades de 42 días y la retirada de las fuerzas israelíes de áreas densamente pobladas de Gaza.

Aunque el anuncio del acuerdo generó optimismo internacional, en Israel ha suscitado divisiones. Dos ministros, incluyendo al titular de Seguridad Nacional, Itamar Ben Gvir, se opusieron al pacto, calificándolo de “irresponsable”. Por su parte, el ministro de Finanzas, Bezalel Smotrich, expresó preocupación por los riesgos estratégicos del trato.

Desde Estados Unidos, el secretario de Estado Antony Blinken expresó confianza en que el alto el fuego se implemente según lo previsto. “Estoy seguro de que la tregua comenzará este domingo”, afirmó. El presidente Joe Biden destacó la importancia del acuerdo para detener la escalada y aseguró que la segunda fase podría llevar a un fin definitivo del conflicto.

A pesar de los avances diplomáticos, los ataques israelíes sobre Gaza continuaron, causando al menos 80 muertes desde el miércoles, según la agencia de defensa civil de Gaza. El brazo armado de Hamas, las Brigadas Ezzedine al-Qassam, advirtió que estos bombardeos podrían poner en riesgo la vida de los rehenes.

El acuerdo ha sido respaldado por líderes del G7, Francia y Arabia Saudita, quienes enfatizaron la necesidad de una pronta reconstrucción de Gaza. Según la OMS, se requerirán al menos 10.000 millones de dólares en los próximos años para reconstruir el sistema de salud de la región devastada por el conflicto.

La comunidad internacional celebra este avance como un paso significativo hacia la estabilidad, aunque la implementación del acuerdo y la reconciliación a largo plazo dependerán de las acciones de ambas partes en los próximos días.

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