WASHINGTON, 9 ene.- La Catedral Nacional de Washington fue el escenario este jueves de un funeral de Estado en honor al expresidente Jimmy Carter (1977-1981), quien falleció el pasado 29 de diciembre a los 100 años. La ceremonia reunió a líderes políticos de Estados Unidos y otras naciones, consolidándose como un momento de unidad en medio de la división política.

Entre los asistentes destacaron el presidente saliente Joe Biden, el presidente electo Donald Trump, la vicepresidenta Kamala Harris, y todos los expresidentes vivos: Barack Obama, Bill Clinton y George W. Bush. El primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, y el secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres, también participaron en el homenaje.

La misa, presidida por líderes religiosos y marcada por emotivos discursos, recordó el legado humanitario de Carter, particularmente su labor por la paz y los derechos humanos tras dejar la presidencia. Guterres resaltó la contribución de Carter a los esfuerzos internacionales en favor de la justicia y la dignidad.

Un momento de unión histórica

El funeral marcó el primer encuentro entre Donald Trump y Kamala Harris desde las elecciones presidenciales del pasado 5 de noviembre, en las que Trump resultó ganador. Los expresidentes estuvieron sentados juntos en la segunda fila, mientras que Biden y Harris ocuparon la primera fila, acompañados de Jill Biden y Douglas Emhoff.

Entre las ex primeras damas presentes estuvieron Melania Trump, Hillary Clinton y Laura Bush. Sin embargo, Michelle Obama se ausentó debido a “conflictos de agenda” mientras se encontraba de vacaciones en Hawái, según informó su oficina en un comunicado.

El funeral de Carter simbolizó no solo el homenaje a una vida dedicada al servicio público, sino también un momento de tregua en la política estadounidense, al reunir a figuras con visiones ideológicas opuestas en un acto de respeto y reconocimiento.

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