Washington, 6 ene.- En un último esfuerzo por consolidar su legado climático, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, prohibió el lunes nuevas perforaciones de petróleo y gas en una vasta extensión de aguas costeras, días antes de que Donald Trump, quien favorece el aumento de la producción de combustibles fósiles, regrese a la Casa Blanca.
La prohibición cubre toda la costa del Atlántico y del este del Golfo de México, las costas del Pacífico frente a California, Oregón y Washington, así como una parte del Mar de Bering, frente a Alaska, protegiendo más de 253 millones de hectáreas (670 millones de acres) de aguas federales. Esta medida, tomada a menos de 15 días de la salida de Biden de la Casa Blanca, se justifica por la crisis climática que amenaza a las comunidades estadounidenses y como parte de la transición hacia una economía de energía limpia.
“Es el momento de proteger estas costas para nuestros hijos y nietos”, declaró Biden en un comunicado, enfatizando que los riesgos ambientales, de salud pública y económicos derivados de la perforación en estas áreas no justifican el potencial relativamente bajo de combustibles fósiles allí presentes.
La prohibición no tiene fecha de finalización, lo que podría hacer que su revocación sea legalmente complicada, aunque no imposible. Donald Trump, que ha prometido revertir las políticas de Biden relacionadas con la energía fósil, expresó su intención de anularla inmediatamente al asumir el cargo, calificándola de “ridícula” en una entrevista radiofónica.
Biden adoptó esta medida bajo la Ley de Tierras de la Plataforma Continental Exterior de 1953, que otorga al gobierno federal la autoridad sobre la explotación de recursos marítimos. No obstante, la ley no especifica cómo los presidentes pueden revocar una prohibición sin pasar por el Congreso, lo que podría generar controversia legal.
Durante su campaña, Trump se comprometió a “desatar” la producción de combustibles fósiles en EE.UU., con el objetivo de reducir los precios del gas, a pesar de que el país ya registra tasas de extracción récord.
La medida de Biden fue recibida positivamente por las organizaciones medioambientales, que celebraron la decisión como una “victoria oceánica épica”. Por otro lado, la futura secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, calificó la acción de “vergonzosa”, argumentando que busca vengarse políticamente de las políticas energéticas de Trump.
Con esta medida, Biden ha logrado proteger más de 670 millones de acres de tierras y aguas en EE.UU., un récord en la historia de la presidencia estadounidense. La decisión es parte de una serie de acciones políticas que buscan consolidar su enfoque climático antes de la llegada de la administración Trump.