Sao Paulo, 26 de diciembre.- Un trágico derrumbe sacudió el norte de Brasil: el puente Juscelino Kubitschek de Oliveira, que conecta los estados de Maranhão y Tocantins, colapsó hace cuatro días, dejando un saldo de al menos ocho muertos y la búsqueda continua de nueve personas que siguen desaparecidas. Las autoridades brasileñas confirmaron la cifra de fallecidos este jueves.

El incidente ocurrió cuando varios vehículos, incluyendo automóviles y camiones, cruzaban el puente y cayeron al río tras el derrumbe de una sección de la estructura. La Marina de Brasil lidera las operaciones de búsqueda para localizar a los desaparecidos. Según la policía que opera en la frontera entre Maranhão y Tocantins, ocho vehículos se vieron involucrados en el accidente: cuatro camiones, dos automóviles y dos motocicletas.

Las autoridades brasileñas, incluyendo la policía y el departamento de carreteras, han iniciado una investigación para determinar las causas del colapso. Las tareas de rescate y búsqueda se han visto complicadas por la presencia de ácido sulfúrico proveniente de uno de los camiones que cayeron al río. Sin embargo, Caco Graca, supervisor de la secretaría de medio ambiente del estado de Maranhão, informó a los medios que el riesgo de derrame se ha reducido considerablemente, ya que la carga, compuesta por 76 toneladas de ácido sulfúrico y 22.000 litros de sustancias agroquímicas, permaneció intacta dentro de los tanques. A pesar de esta buena noticia, los tanques aún no han sido retirados del lugar del accidente. “El peor escenario habría sido una fuga de la carga durante la caída. Eso no ocurrió, los tanques están intactos”, declaró Graca a los periodistas.

El puente Juscelino Kubitschek de Oliveira, una estructura de 533 metros (1.748 pies) de largo, fue construido en la década de 1960. Conectaba las ciudades de Estreito y Aguiarnopolis, y se encuentra ubicado a aproximadamente 1.300 kilómetros al norte de Brasilia, la capital de Brasil.

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