Ottawa, 24 dic. Canadá podría enfrentar elecciones generales en abril o mayo del próximo año, luego de que el líder del Nuevo Partido Democrático (NDP), Jagmeet Singh, anunciara su intención de derrocar al gobierno del primer ministro Justin Trudeau. La situación política, marcada por la reciente renuncia de Chrystia Freeland como viceprimera ministra, ha acelerado los tiempos para un posible cambio de liderazgo en el país.
Escenarios probables y tiempos electorales
Según Yaroslav Baran, exjefe de gabinete del líder conservador Jay Hill, el gobierno podría caer a través de una moción de censura entre finales de febrero y marzo. Esto pondría la fecha de elecciones generales entre abril y mayo, dado el plazo mínimo de campaña de 36 días establecido por Elections Canada.
En caso de una moción de censura, Trudeau deberá informar a la gobernadora general Mary Simon y solicitar el inicio del proceso electoral. Este escenario se vuelve más probable tras el descontento generalizado hacia el gobierno y la sólida ventaja que los conservadores mantienen en las encuestas.
División entre los partidos de oposición
Los conservadores, el Bloque Quebequés y el NDP coinciden en su llamado a elecciones, aunque Singh podría aún negociar con el gobierno y retrasar el proceso hasta el otoño, algo que los analistas consideran poco viable.
“Ya no tiene sentido llegar a un acuerdo con un gobierno que planeas derrocar en unos meses”, señaló Baran.
Brittney Kerr, excoordinadora de campaña liberal, destacó las complejidades que enfrentan los liberales para revertir el sentimiento público desfavorable. “Es un reto difícil ganar tras el largo mandato de Trudeau y la percepción de agotamiento político”, explicó.
Desafíos internos en el Partido Liberal
La renuncia de Freeland, quien era vista como una posible sucesora de Trudeau, ha debilitado la posición del primer ministro dentro de su propio partido. Analistas como Michael Wernick, exsecretario del Consejo Privado, han sugerido que prorrogar el Parlamento podría dar tiempo para reorganizarse, pero advierten sobre los riesgos estratégicos de hacerlo justo cuando Donald Trump asuma como presidente de EE.UU. el 20 de enero.
“La prórroga debilitaría al Parlamento en un momento en que se necesita estabilidad para responder a posibles políticas comerciales agresivas de Trump”, señaló Wernick.
Opiniones sobre el futuro inmediato
Wernick considera que la incertidumbre política debe resolverse cuanto antes. “El país necesita un mandato claro. Cuanto más se prolongue esta situación, más se debilitará la posición de Canadá en un entorno internacional complicado”, afirmó.
Los liberales argumentan que su experiencia es crucial para enfrentar un segundo mandato de Trump, mientras que los partidos de oposición aseguran que se necesita un liderazgo más fuerte para contrarrestar las amenazas externas.
Posibles acuerdos legislativos previos
Para minimizar el impacto de la incertidumbre, Wernick sugirió un pacto entre los partidos políticos para aprobar legislación clave, como las enmiendas a la Ley Electoral (C-65), antes de convocar elecciones.
“Si los partidos en Washington pueden negociar, aquí también podemos hacerlo”, concluyó.
Perspectivas
Con la posibilidad de elecciones inminentes, Canadá enfrenta un periodo de gran volatilidad política que determinará no solo su liderazgo interno, sino también su posición en un contexto internacional cada vez más complejo.