París, 5 dic.- El primer ministro francés, Michel Barnier, presentó este jueves su dimisión al presidente Emmanuel Macron, quien la aceptó y le solicitó continuar gestionando los asuntos corrientes hasta la designación de su sucesor, según informó el Elíseo.

La dimisión de Barnier se produce tras la derrota de su Gobierno en la moción de censura aprobada ayer en la Asamblea Nacional. La moción, presentada por los partidos de izquierda, contó con el apoyo de la extrema derecha liderada por Marine Le Pen, marcando un momento histórico en la política francesa.

Crisis gubernamental en Francia

Con solo tres meses en el cargo, Barnier se convierte en el primer ministro más efímero de Francia desde la Segunda Guerra Mundial. Su salida plantea un desafío para Macron, quien debe gestionar esta crisis política y formar un nuevo Gobierno capaz de recuperar la estabilidad parlamentaria.

El presidente francés, que esta noche se dirigirá al país en horario de máxima audiencia, se encuentra en consultas intensivas con líderes políticos y aliados para encontrar un candidato que asegure el respaldo necesario en la Asamblea Nacional.

Posibles sucesores

Entre los nombres que suenan como posibles sustitutos de Barnier están:

  • François Bayrou: líder centrista y aliado clave de Macron, quien mantuvo un almuerzo con el presidente este jueves.
  • Sébastian Lecornu: actual ministro de Defensa y figura leal al presidente desde su llegada al Elíseo en 2017.
  • Bruno Retailleau: ministro del Interior y representante del ala conservadora de la derecha tradicional.
  • Bernard Cazeneuve: ex primer ministro socialista, que ya había sido considerado para el puesto en septiembre.
  • Thierry Breton y François Baroin: el primero, ex comisario europeo; el segundo, ex ministro conservador, son otras opciones barajadas en las últimas horas.

El futuro político inmediato

La presidenta de la Asamblea Nacional, Yaël Braun-Pivet, instó a Macron a actuar con rapidez para evitar una parálisis política prolongada. Por su parte, el presidente del Senado, Gérard Lacher, también está participando en las negociaciones.

El desenlace de esta crisis será crucial no solo para el Gobierno de Macron, sino también para el equilibrio político en Francia, marcado por una creciente fragmentación y polarización parlamentaria.

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