Barcelona, 24 nov.- Una multitudinaria manifestación en Barcelona reunió hoy a miles de personas para exigir una reducción de los alquileres y advertir sobre una posible huelga de inquilinos si no se mejora la situación habitacional. Según la Guardia Urbana, 22.000 personas participaron en la protesta, mientras que los organizadores del Sindicato de Inquilinas estimaron la cifra en 170.000, calificándola como la movilización más grande por la vivienda en la historia de España.
“El 23N ha pulverizado todos los registros. Esto solo es el comienzo, ¡vamos hacia la huelga de alquileres!”, declaró el Sindicato de Inquilinas al cierre de la protesta, que comenzó a las 17:00 en la plaza Universitat y culminó hacia las 20:00 en la estación de Sants.
Reivindicaciones y declaraciones
Los manifestantes exigieron una reducción del 50 % en los alquileres, contratos indefinidos para evitar la inseguridad al final de los mismos, recuperar viviendas para uso residencial y prohibir la compra especulativa de inmuebles.
La portavoz del sindicato, Carme Arcarazo, criticó el impacto de los inversores en el mercado de la vivienda: “No puede ser que los inversores lleguen a nuestras ciudades y jueguen con los pisos como en el Monopoly”. También anunció que, a partir de mañana, iniciarán los pasos hacia una huelga de alquileres.
Desde el balcón de la Casa Orsola, símbolo del movimiento por la vivienda en Barcelona, el portavoz Enric Aragonès rechazó los alquileres de temporada, señalando que estos desplazan a los inquilinos: “Cuando los rentistas hablan de inseguridad jurídica no se refieren a los inquilinos que pierden sus contratos para dar paso a alquileres de temporada”.
Apoyos y cifras históricas
La manifestación contó con el respaldo de más de 4.000 entidades y 60 comités organizativos, además de figuras políticas como Irene Montero, eurodiputada de Podemos; Elisenda Alamany, de ERC; Janet Sanz, de BComú; y el exdiputado de la CUP, David Fernández.
En el acto de cierre en Sants, los organizadores animaron a los asistentes a hacer sonar sus llaves como símbolo de resistencia y se entonaron cánticos en favor de la huelga de alquileres. Arcarazo destacó la magnitud del evento: “Todavía hay gente estancada en la plaza Universitat. ¡Rentistas culpables, gobiernos responsables!”.
La comunicadora Maria Rovira también subrayó el éxito de la movilización: “¡170.000 personas! La cosa está jodida, pero hemos venido a encontrar un remedio a través de la movilización”.
La manifestación pone de relieve la creciente presión ciudadana para que las autoridades actúen frente a una crisis habitacional que continúa afectando a miles de personas en Barcelona y en toda España.