Buenos Aires, 21 nov (EFE). Mientras la selección argentina de fútbol celebra otro año de éxitos, con el bicampeonato de América y la clasificación al Mundial 2026 bajo el liderazgo de Lionel Messi, el presidente Javier Milei se encuentra inmerso en una disputa con Claudio Tapia, presidente de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA), por su rechazo al decreto gubernamental que promueve la transformación de los clubes de fútbol en sociedades anónimas deportivas.
El conflicto estalló después de que el gobierno argentino anunciara que podría intervenir la AFA por presuntas irregularidades relacionadas con la reelección de Tapia para un tercer mandato. Tapia, por su parte, respondió que los clubes deben seguir siendo entidades de sus socios y no de accionistas privados.
¿Qué implica el decreto de Milei?
En diciembre de 2023, Milei, un economista ultraliberal, firmó un decreto que permite a los clubes de fútbol argentinos, organizados como asociaciones civiles, transformarse en sociedades anónimas, un modelo empresarial que busca promover la inversión privada y generar mayores ingresos a través de la comercialización y explotación de activos, como los derechos televisivos. Este nuevo esquema es opcional y requiere la aprobación de dos tercios de los socios de cada club en una asamblea extraordinaria.
El mandatario ha defendido esta medida, afirmando que permitirá atraer inversiones por 3.000 millones de dólares y terminar con lo que considera el “socialismo pobrista” en el fútbol argentino. Según Milei, esta reforma permitirá que los clubes mantengan a sus figuras durante más tiempo y los vendan solo cuando lo decidan, no por necesidad.
Postura de la AFA
Por otro lado, la AFA se opone tajantemente a este modelo. La organización afirma que su estatuto prohíbe la afiliación de sociedades anónimas deportivas y que, debido a una demanda judicial, el decreto presidencial se encuentra suspendido. Tapia, al frente de la AFA, ha insistido en que los clubes deben mantenerse como asociaciones civiles, pues ese es el fundamento histórico de la organización. Además, advirtió que cualquier club que decida convertirse en sociedad anónima será desafiliado.
Los apoyos al nuevo modelo
Algunos clubes, como Estudiantes La Plata y Talleres de Córdoba, han manifestado su apoyo al decreto, destacando que el fútbol debe ser considerado un negocio que atraiga inversiones. En particular, Juan Sebastián Verón, presidente de Estudiantes, ha afirmado que el fútbol argentino está fuera del negocio global y que no deben temer a la innovación.
Estudiantes, bajo el liderazgo de Verón, firmó un pre-acuerdo con el magnate estadounidense Foster Gillett, quien invertirá 150 millones de dólares en el club.
La reelección de Tapia y su impacto
En medio de esta disputa, Tapia adelantó su reelección como presidente de la AFA para un tercer mandato, asegurando su permanencia hasta 2028, un año después de la finalización del mandato de Milei. Esta decisión provocó la reacción de Milei, quien comparó la situación con la de Venezuela y criticó el control de Tapia sobre la federación.
Además, la Inspección General de Justicia (IGJ), que regula las asociaciones civiles, impugnó la reelección de Tapia, aunque una corte civil de apelaciones avaló la votación.
La postura de FIFA y CONMEBOL
Tanto la FIFA como la CONMEBOL han advertido que cualquier injerencia gubernamental en los asuntos internos de la AFA podría resultar en la desafiliación de Argentina. FIFA dejó en claro que solo la AFA tiene autoridad para definir la naturaleza jurídica de los clubes afiliados, y su presidente, Gianni Infantino, felicitó a Tapia por su reelección y le agradeció su contribución al desarrollo del fútbol.
Este enfrentamiento pone en evidencia la tensión entre el gobierno argentino y la AFA, así como el futuro del fútbol en el país, que sigue siendo una de las principales pasiones deportivas a nivel mundial.